La exministra de Fomento Magdalena Álvarez renunció ayer a la vicepresidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI), una decisión de la que culpa a presiones del Gobierno, mientras que desde el PP se vincula la marcha a su imputación en el caso de los ERE fraudulentos. Sus funciones las asumirá el presidente de la entidad, Werner Hoyer, quien aseguró respetar su decisión

La también exconsejera de la Junta de Andalucía aseguró que ha puesto su cargo a disposición del BEI por el "alto riesgo reputacional" que le puede suponer a la institución su imputación, para preservar los intereses de España y de la entidad y para evitar los efectos negativos que la incesante presión del Gobierno pudieran tener sobre ambos.

Magdalena Álvarez acusó al Gobierno de maniobrar en su contra para poner en el puesto a otra persona y aseguró que su renuncia al cargo no está relacionada con su imputación en el caso que investiga la juez Mercedes Alaya, ya que su situación procesal es la misma que la de hace un año.

"Todo tiene un límite, y la maniobra, la manipulación, el acoso y la campaña del PP hacen mella en mí. Si ellos no son responsables y para quitarme de mi sitio y poner a otra persona están dispuestos a pagar cualquier precio", aseveró. "Cuando me imputaron llamé al ministro De Guindos (titular de Economía) y me dijo no te preocupes, tú sigue trabajando, que aquí no pasa nada, que sabemos qué es esto. Aquel hubiera sido el momento de decirme que me fuera", dijo.

Álvarez fue imputada por la juez Mercedes Alaya por considerar que existen indicios de que cometió delitos de malversación y prevaricación durante su etapa como consejera de Economía, al ser responsable del procedimiento de concesión de subvenciones sociolaborales.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, evitó responder a las preguntas sobres si ha habido presiones y maniobras del Gobierno. Sin embargo, el portavoz del PP, Alfonso Alonso, aconsejó a la socialista que se preocupe de sus problemas en lugar de criticar a los demás, "para un día que toma una decisión sensata". El PSOE "cree" la explicación de Álvarez. La mayoría de la oposición coincidió en considerar que la dimisión era necesaria y lógica aunque "debería haber tomado la decisión antes", según el coordinador federal de IU, Cayo Lara.