El aspirante a secretario general del PSOE, Eduardo Madina, ha negado que él o su entorno hayan denunciado maniobras de José Bono, José Blanco y de parte del aparato de Ferraz para condicionar el voto contra él. Madina aseguró que le "gusta mucho" el presidente asturiano Javier Fernández, "muy querido y respetado en el PSOE". Añadió que, si gana, le integraría en su dirección junto a Ramón Jáuregui. Este último respondió ayer que también hay que oír a Pedro Sánchez.

Preguntado por si incluirá al otro candidato a la secretaría general, Pedro Sánchez, Madina respondió que "es una persona con muchísimo recorrido" y contaría con él "si quiere jugar un papel". El socialista vasco reclamó consenso interno en el PSOE y añadió que "el partido debe pactar con todo lo que late ahí fuera con mirada progresista". En cuanto a la crisis del PSC, el diputado Joan Ignasi Elena, líder de la corriente soberanista Avancem, anunció que no optará a liderar el partido, abandonará el grupo parlamentario y deja la militancia, una decisión que aboca a este sector crítico a una más que probable escisión del PSC el día 28 de junio.

Después de que Miquel Iceta le retara a que se postulara a la primera secretaría, Elena ha decidido tirar la toalla. "Creo que nuestras posiciones, las que hemos defendido, no son mayoritarias en el PSC".

Convencido de que al PSC "no le convienen más disputas ni confrontaciones" y necesita "estabilidad para reiniciar el proyecto político", ha decidido que "lo más razonable es no presentar candidatura, porque este paso no aportaría nada positivo".

"No me n'he sortit (no lo he conseguido)", admitió Elena, uno de los tres diputados díscolos del Parlament. "Tengo una sensación de fracaso, porque no lo hemos hecho bien o sencillamente porque no tenemos razón. He intentado trabajar en esta dirección y no lo he conseguido. Es un fracaso", confesó.