La infanta Elena de Borbón volvió a demostrar ayer que es una de las mujeres más elegantes de España y que no tiene reparos en lucir marcas extranjeras. Sin ir más lejos, el bolsito Burberry que completaba ayer el tailleur rematado por el cuello en organdí plisado, adornado con recogido y pendientes de perlas.

Traje de chaqueta rojo combinados con bolso y zapatos nude. Fue una de las consignas del día, al menos entre varias damas de la política nacional como la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que asistió a los actos de proclamación también en calidad de esposa del ex presidente José María Aznar; Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en Madrid, y Susana Díaz, presidenta de Andalucía, que repitió el vestido con chaqueta que estrenó el pasado 28 de febrero en la recepción a los premiados con la medalla de la comunidad. Y es que en la retina de muchas aún está viva la imagen de la Reina Letizia cuando se presentó ante la realeza europea enfundada en un magnífico Caprile rojo, color alegre donde los haya. De hecho, se especuló con la posibilidad de que la esposa de Felipe VI volviese a elegir esa tonalidad para una ocasión tan especial. No fue así. La Reina optó por la discreción del blanco roto, el color que llevó el día de su pedida de mano en el palacio de la Zarzuela. Además, de acuerdo con el protocolo, tanto Sonsoles Espinosa como Mar García Vaquero, esposas de José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González, respectivamente eligieron falda por debajo de la rodilla y discretos complementos, cada una en su estilo.