El Rey Juan Carlos I pasará a la situación de capitán general de las Fuerzas Armadas en la reserva, como cualquier otro militar que cesa en sus funciones, una vez que hoy, miércoles, se haga efectiva la abdicación en favor de su hijo Felipe de Borbón y éste se convierta en el nuevo jefe supremo de los Ejércitos.

Así lo confirmó el titular de Defensa, Pedro Morenés, durante su visita al destacamento "Marfil" del Ejército del Aire en Dakar (Senegal) como apoyo a la misión francesa para detener la ofensiva terrorista en el norte de Malí. El todavía monarca "mantendrá el empleo de militar en la reserva durante toda su vida", de modo que "no será retirado" y "como cualquier militar que pasa a la reserva" podrá seguir vistiendo el uniforme, explicó el Ministro.

Sobre los honores a los que tiene derecho, Morenés se remitió al real decreto aprobado en el último Consejo de Ministros que estipula que don Juan Carlos mantiene el título de Rey con carácter honorífico y de forma vitalicia y recibirá el tratamiento de majestad y honores análogos a los establecidos para los Príncipes.

En el momento en el que sea efectiva la abdicación de Juan Carlos I, Felipe VI se convertirá en jefe supremo las Fuerzas Armadas. Está previsto que el monarca abdicante imponga el fajín de capitán general a su hijo en una solemne ceremonia que tendrá lugar en el palacio de la Zarzuela mañana, jueves, antes de su proclamación en el Congreso. Felipe de Borbón tiene actualmente el empleo de teniente coronel en el Ejército de Tierra y en el del Aire y el de capitán de fragata en la Armada.

Nobles y caballeros de la Orden del Toisón de Oro figuran entre los alrededor de 170 invitados a la firma solemne de la ley de abdicación de Juan Carlos I esta tarde en el palacio Real. Una representación de la Diputación Permanente del Consejo de la Grandeza, que agrupa a la jerarquía nobiliaria, será testigo en primera línea del último acto oficial del soberano como Rey de España.