El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha garantizado el voto a favor de su grupo a la ley de abdicación, ha argumentado que es una obligación "ineludible e insoslayable" de los socialistas cumplir la ley y la Constitución, y ha dejado claro que no romperán el pacto constitucional.

En su intervención con motivo del debate parlamentario del proyecto de ley orgánica de abdicación, Rubalcaba ha subrayado que el PSOE, que tiene 135 años, "cumple sus acuerdos" y si en algún momento cree necesario que se revise el pacto constitucional lo hará por los cauces legales.

"Nadie nos va a apartar del cumplimiento de la Constitución, tampoco a la hora de abordar sus reformas", ha precisado el secretario general del PSOE, antes de reiterar que el respaldo a la ley es también una ratificación del consenso de la transición.

Y "un voto positivo al consenso, a la convivencia que ese consenso nos ha permitido" y "un ejercicio de coherencia política", ha añadido.

Después de recordar que el origen de la legitimidad de la Corona es la voluntad de los españoles ratificada libremente en referéndum, Rubalcaba ha constatado que los socialistas no se han visto defraudados por las casi cuatro décadas de monarquía parlamentaria.

A su entender, la abdicación de don Juan Carlos en su hijo Felipe VI no es sólo un "relevo generacional" sino que "debería significar la apertura de un tiempo nuevo" para el diálogo y la renovación institucional.

Rubalcaba ha advertido de que eso dependerá "no sólo del nuevo Rey sino en particular de los grupos políticos" representados en el Congreso, porque el relevo se produce en un "momento muy difícil".

Votar en contra de la ley de abdicación sería "un dislate", ha advertido, porque sería decirle a don Juan Carlos que debe seguir siendo Rey "aunque él no quiera".

"Preferencia" republicana

En alusión velada a los dos diputados socialistas que estos días han reclamado libertad de voto sobre este asunto, Rubalcaba ha considerado que en el PSOE no ocultan su "preferencia" republicana, pero siguen sintiéndose compatibles con la monarquía parlamentaria, lo mismo que cuando firmaron el pacto constitucional.

Y ha dejado claro que lo que se decide hoy es "sobre abdicación y sólo sobre la abdicación", y no un debate entre Monarquía o República ni sobre la sucesión de la Corona, porque eso ya se votó en 1978, se recogió en la Constitución y lo ratificó el pueblo ampliamente en referéndum.

Ha deseado al Príncipe "lo mejor para su reinado" y le ha garantizado el respeto, la lealtad y la colaboración de los socialistas para abrir "ese tiempo nuevo".

Comparte con don Juan Carlos, ha dicho, que Felipe VI tiene madurez, preparación y sentido de la responsabilidad para asumir la Jefatura del Estado.

Igualmente, ha resaltado el "decisivo papel" del Rey en la transición democrática, su contribución a la estabilidad política y social que hemos vivido en estos años y su respeto hacia las distintas opciones políticas que conviven en España.