El presidente Mariano Rajoy aseguró ayer que no tiene "la más mínima duda" sobre la posición del PSOE respecto al proceso de abdicación del Rey. El jefe del Gobierno alabó la actitud "ejemplar" de Alfredo Pérez Rubalcaba mientras criticó con dureza el comportamiento de CiU, formación a la que instó a no hacer "política pequeña" en estos momentos trascendentales.

Ante las voces del PSOE que piden un referéndum sobre el modelo de Estado, el jefe del Gobierno destacó el comportamiento de los dirigentes socialistas y, fundamentalmente, de su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, que calificó de "serio, ejemplar y con sentido de Estado".

"No tengo la más mínima duda sobre cuál va a ser la posición del PSOE en las próximas fechas", añadió Rajoy, quien rechazó la hipótesis de que el Rey haya acelerado su decisión de abdicar para hacerlo antes de que Rubalcaba abandone el liderazgo del partido. En ese sentido, subrayó que el Rey ha explicado "clarísimamente" cuáles son las razones por las que abdica en este momento. "A mí ya me lo había comunicado, como es sabido, hace algunos meses y, por tanto, no tiene absolutamente nada que ver con ese asunto", añadió sobre el proceso interno del PSOE.

Frente a su elogio a los socialistas, el presidente cargó con dureza contra CiU. "El momento que estamos viviendo es muy importante en la vida de la nación española y el Gobierno ha actuado con transparencia y con lealtad, informando a todos los grupos políticos, y nadie ha sido ignorado ni preterido", dijo frente a las acusaciones de marginación del grupo catalán.

Sobre la decisión de CiU de abstenerse en la votación de la ley que regulará la abdicación, Rajoy manifestó: "Todo el mundo puede tomar las decisiones que estime oportunas y convenientes basándose en su historia, su libertad, su trayectoria o sus propios intereses, pero lo único que me gustaría es que en una ocasión como ésta no hiciésemos política pequeña".

Rajoy dejó claro que "España es, por fortuna, una democracia avanzada, con unas instituciones fuertes que van a estar a la altura de las circunstancias y con un cuerpo legislativo que se va a cumplir".

En cuanto a la regulación de la figura del Rey ante la justicia una vez que pierda la inviolabilidad de que ha gozado en el trono, Rajoy explicó que próximamente se aprobará una ley que blindará la situación de don Juan Carlos.

Rajoy no consideró prioritario para España una reforma de la Constitución. "Si alguien quiere plantearla, tiene que decir exactamente qué es lo que quiere hacer y cuál es su objetivo, porque decir una cosa que no significa nada tiene poco sentido", añadió.

El presidente subrayó que España tiene otras prioridades como son el crecimiento económico, la creación de empleo, la mejora del bienestar de los ciudadanos y bases sólidas para el futuro de España, con el fin de que no vuelva a suceder nunca más lo que ha sucedido a lo largo de los últimos años.

A la situación generada por la abdicación del Rey se refirió también el primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, quien, tras expresar su reconocimiento a don Juan Carlos y desear éxito al Príncipe, señaló que la confianza de su Gobierno en las instituciones españolas "es total". "España es una democracia suficientemente avanzada y madura" para afrontar situaciones como la que ha surgido, añadió.