A Miguel Cabanela, el médico gallego que operó en dos ocasiones de la cadera al Rey de España, le despertó el pasado lunes en su domicilio de Rochester (Minnesota) su esposa, la vasca Rosa Larrinaga, que cada mañana lee los periódicos españoles digitales nada más levantarse, con la noticia de la abdicación del monarca. Al poco ya tenía a decenas de correos de sus compañeros de la prestigiosa Clínica Mayo comentando la noticia de la abdicación del don Juan Carlos.

-¿Le ha sorprendido la noticia de la abdicación del Rey Juan Carlos?

-Ha sido una sorpresa, pero por otro lado es lógico que lo haya hecho. Hace cuatro semanas que no hablo con él, pero, por supuesto, a mí no me ha hecho partícipe de esta decisión, así que me ha cogido, como a todo el mundo, un poco por sorpresa.

-¿Cuáles cree que han podido ser las razones que le han impulsado a tomar la decisión en este momento preciso?

-Tiene 76 años y el resultado de las elecciones europeas no ha sido favorable; yo creo que todo eso ha pesado en su decisión, aunque no tengo ni idea de por qué lo ha hecho porque no soy su consultor. Me han llamado para ayudarle en un momento concreto y nada más; hablamos por teléfono, pero exclusivamente sobre su cadera y cómo se encuentra, yo no tengo ninguna información sobre su decisión.

-Médicamente, ¿cuál es su diagnóstico? ¿Hay alguna razón de peso que le impidiera seguir realizando su labor?

-Para nada, su cadera no tiene ahora mismo ningún problema y mentalmente se encuentra de maravilla. Yo considero que la decisión de abdicar es totalmente independiente; no creo que su salud haya tenido nada que ver.

-¿Cómo evoluciona la cadera que le operó en noviembre del año pasado?

-Su cadera se ha recuperado todo lo bien que se podía esperar, aunque aún no ha llegado a la máxima recuperación, que no se alcanza hasta un año después de la operación. La prueba está en la cantidad de viajes que ha hecho por todas partes del mundo, en los que no ha tenido ningún problema ni se ha quejado de ninguna molestia.

-¿Le sorprende su fortaleza?

-La verdad es que sí. Se ha recuperado mejor que la inmensa mayoría de la gente. De hecho, es raro someter a una persona a tantas operaciones en tan poco tiempo, seis en un período de dos años, y que aguante este envite y sea capaz de funcionar tan bien. Desde luego, es una prueba de su fortaleza física.

-¿Cree que es buena idea que el Rey deje paso a su hijo?

-Prefiero no opinar sobre eso, es una decisión que toman él y su familia y yo no tengo nada que ver con todo eso. Como ciudadano de a pie me parece bien que le dé paso a la gente joven; la renovación es siempre buena, eso es sensacional. Pero, por otro lado, él estaba en condiciones perfectas para continuar.

-Conoce al Príncipe Felipe, ¿qué opinión le merece como futuro Rey?

-No lo conozco tan bien como a Su Majestad, pero he hablado bastante con el Príncipe cuando he estado en Madrid. Considero que está fenomenalmente preparado; habla varios idiomas con fluidez, está al día de muchos asuntos y tiene un enorme don de gentes. Me da la sensación de que será un gran Rey.

-Y en Estados Unidos, ¿qué imagen se tiene de esta joven monarquía?

-El Príncipe Felipe tiene en Estados Unidos un cartel impresionante; ha estado en California, Florida, Washington, empujando siempre la marca España... En Florida era una cosa tremenda, ¡lo tienen como una estrella del rock! (ríe). La monarquía española interesa bastante por aquí y está en todos los periódicos... Me ha llamado un compañero y me ha dicho que el príncipe Carlos de Inglaterra estará celoso (ríe de nuevo).

-¿Cree que sin el Rey don Juan Carlos la monarquía española tiene un futuro seguro?

-El Príncipe llega en un momento complicado para la monarquía y tendrá momentos difíciles porque sospecho que hay mucha gente opuesta a esta institución. Sin embargo, Felipe de Borbón tiene todas las capacidades para hacerlo muy bien.

-¿Llamará al Rey?

-Ahora no, que ya tendrá demasiadas cosas en la cabeza. Voy a esperar unos días y luego por supuesto que lo haré.