José Luis García Delgado, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense, es secretario del jurado del premio "Príncipe de Asturias", un cargo que le ha permitido conocer y tratar al futuro Rey de España. Cree que España comienza a recuperarse de la crisis económica, elogia el comportamiento de la sociedad y afirma estar convencido de que Felipe de Borbón será un buen rey.

-¿El Rey ha elegido un buen momento para abdicar?

-Creo que puede ser el adecuado, puede servir de revulsivo para hacer reformas, lo dijo él mismo en un discurso muy bien pensado, muy bien articulado y con mucho contenido. Es necesario hacer avances en nuestro proceso de regeneración y es el momento de incorporar calidad a nuestra democracia. Sería un último gran servicio del Rey a la democracia española, después de casi 40 años. Es un buen momento para incorporar calidad a la democracia.

-¿Qué tipo de rey cree que será Felipe VI?

-He tenido la suerte de tener algún encuentro muy cercano con el todavía hoy Príncipe. Creo que será un buen rey, un buen jefe de Estado porque, además de su formación, tiene buena información sobre algunos de los problemas del país y sobre su situación, así como de España dentro de Europa. Me ha dado muestras de una gran sensatez y sentido de la responsabilidad y me transmite buenas sensaciones. Es muy consciente de la responsabilidad y del momento y de la situación del país.

-¿Ve motivos sociales para la alarma?

-No soy nada alarmista. La democracia es el único sistema capaz de ir asimilando y superando sus propios problemas de una forma natural, no rupturista ni brusca. No hay nadie en el mundo que no tenga problemas, nosotros los tenemos, creo que el país económicamente empieza a recuperarse y que la sociedad española está dando muestras de una consistencia muy grande. Lo hemos dicho todos mil veces, que esto no haya saltado por los aires con esta tasa de paro que tenemos indica su fortaleza.

-O su sacrificio.

-La española, aparte de tener mecanismos de sostenimiento y de solidaridad a distintos niveles, es una sociedad con cierta madurez, que conoce el precio y el gusto de la libertad, es una sociedad muy permisiva y tengo muy buen concepto de ella en esta época de adversidad. A pesar de todo lo que sucede, hay creatividad, hay un asociacionismo impresionante que nos sorprende cada día, en los barrios, en el mundo académico, en el profesional, en el empresarial, que está por encima de partidos políticos y de sindicatos, es sociedad civil. Creo que como todo salto, y esto es un salto desde el punto de vista dinástico, siempre hay un elemento de incertidumbre, pero los españoles seguirán apostando por la estabilidad institucional.

-En los últimos tiempos, las instituciones han sufrido un serio daño en su credibilidad.

-Tenemos instituciones que son muy mejorables, pero hemos conseguido una democracia de gobiernos largos, con recambios en el poder que no han causado problemas y esta estabilidad, desde el punto de vista económico, es fundamental.

-¿Es el momento de plantearse el cambio del modelo de Estado?

-Hasta ahora monarquía y democracia han venido de la mano. Como demócrata y en tanto en cuanto la monarquía me siga garantizando la democracia y la libertad, no tengo por que plantearme eso. Planteárselo sería incorporar un elemento de eventual incertidumbre y, desde la perspectiva económica, la estabilidad es fundamental. Los países no se pueden estar planteando cada veinte, treinta o cuarenta años la forma de Estado, sería equivocar las cosas.