La marea negra que asoló toda la costa gallega trajo al Rey dos veces a la comunidad. En diciembre de 2002, con la catástrofe ecológica desangrando el mar. "Todos tenemos que ayudar y hacer menos fotos demagógicas", reclamó el monarca durante sus visitas a los municipios de la Costa da Morte más dañados por el vertido. Juan Carlos de Borbón apeló a la "unidad de todos" en plena polémica política por la responsabilidad del vertido. El mismo mensaje en el que insistía seis meses después, cuando volvió a una playa de Lira (Carnota) para ver cómo evolucionaban las tareas de limpieza.

"Fue un día histórico", recuerda Juan Manuel González, ex patrón mayor de Lira. "Esas cosas -apunta- nunca se olvidan". Porque el desembarco de la comitiva real permitió seguir proyectando el grave problema que había "y que nos ofrecieran la ayuda que necesitábamos". "Fue un hombre normal, correcto, preguntando por todo y dando las gracias a los voluntarios", apunta. "Se comprometió a ayudarnos", señala. Por eso la Cofradía le envió una carta para pedirle un contradique. Pese al respaldo que recibieron, no se llegó a construir.