"Conocí al Rey cuando él empezaba en la Escuela Naval Militar", señala el catedrático y expresidente del Liceo Casino de Pontevedra a propósito de la etapa estudiantil del monarca, al que recuerda en esos años como "una persona muy sencilla, muy entrañable, un joven muy alegre, a diferencia de su hijo que en cambio es más serio".

-¿Esperaba la abdicación?

-No, no la esperaba e inicialmente no me gustaba y como español me sentía intranquilo tras el anuncio del presidente. Mi opinión en esas primeras horas era que no era necesaria la renuncia y que debía continuar, me emocionó muchísimo la noticia, no me hubiese gustado que se produjese, no me gusta la abdicación pero reconozco que tras escuchar al Rey me convencen los argumentos, que hay que dejar paso a la juventud.

-¿Cree que influyó en su decisión la caída de popularidad?

-Creo que sí, que efectivamente se ha tenido en cuenta.

-¿Habrá un repunte de los movimientos a favor de la República y de la revisión del modelo de Estado?

-También creo que será así, que veremos un repunte del republicanismo que hay en una parte de la sociedad española.

-¿Cómo valora su labor en estos casi 40 años?

-Muy bien, considero que ha sido un árbitro estupendo, su labor merece un aplauso y un agradecimiento. En un momento de su discurso ha dicho que ha querido ser el Rey de todos los españoles, que ha gozado y ha sufrido con las vicisitudes del país y yo considero que efectivamente lo consiguió y además ahora él entiende que es necesaria una nueva generación al frente de la corona, una generación joven que recoja el testigo, y actúa en consecuencia.