La Infanta Leonor de Borbón se convertirá, con casi nueve años de edad, en la princesa heredera más joven de toda Europa una vez que su padre sea coronado Rey en las próximas semanas tras la abdicación de su abuelo anunciada este lunes.

Cuando Felipe de Borbón sea proclamado Rey ante las Cortes Generales, tal y como establece la Constitución, la Infanta Leonor pasará a ser la heredera del Trono de España y Princesa de Asturias. Pero no será hasta que alcance la mayoría de edad cuando preste el juramento de desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las Comunidades Autónomas, así como el de fidelidad al Rey.

La primogénita de don Felipe y doña Letizia nació en Madrid el 31 de octubre de 2005, un año y medio antes que su hermana, la infanta Sofía, alumbrada el 29 de abril de 2007.

La última vez que pudo verse en público a la Infanta Leonor fue el pasado 2 de mayo, cuando acudió, junto a sus padres y su hermana, a una ceremonia militar en la base aérea de San Javier, en Murcia.

Pero Leonor de Todos los Santos de Borbón y Ortiz tiene ante sí un escollo, aunque solo hipotético: si sus padres los Reyes tienen un niño, perderá su condición de heredera y se convertirá de nuevo en Infanta, relegada al segundo lugar en la línea sucesoria de la monarquía.

La explicación se encuentra en la norma de sucesión que prioriza al varón sobre la mujer recogida en el artículo 57 de la Constitución Española de 1978, una regla cuyo origen último hay que buscar en 1713, en la ley de sucesión promulgada durante el reinado de Felipe V, que se ha conocido como ley Sálica. Esta norma estableció que el hombre tendrían preferencia sobre la mujer para convertirse en heredero y, posteriormente, reinar, tanto en la línea principal -hijos-, como la lateral -hermanos y sobrinos-.

La Pragmática Sanción que proclamó Fernando VII en 1830 anuló dicha ley, para facilitar así el acceso al trono de su hija Isabel, coronada como Isabel II, lo que frenó la candidatura de Carlos María Isidro de Borbón y dio origen a las guerras carlistas.

En todo caso, la preferencia del hombre sobre la mujer en la línea sucesoria dinástica ha pervivido posteriormente, recogida en las Constituciones de 1845, 1869, 1876 y 1978, aunque limitada a los descendientes de los monarcas, lo que excluía ya a hermanos o sobrinos.

De esta manera alcanzó el trono Alfonso II, pese a que su hermana Isabel, Condesa de Grigenti, era mayor que él, y Alfonso XIII, nacido cinco años después de que lo hiciese su hermana María de las Mercedes, que ostentó el título de Princesa sólo durante ese lapso de tiempo.

La misma lógica ha determinado que Felipe VI, el hijo menor de don Juan Carlos de Borbón, y no su hermana Elena, la mayor, haya sido el heredero y, ahora, el Rey de España.

Desde el momento del nacimiento de Leonor, el 31 de octubre de 2005, se planteó en España el debate sobre esta regla, por el consenso social en considerarla discriminatoria. Entonces, se escucharon algunas declaraciones de intenciones desde el ámbito político para abordar una reforma constitucional que estableciese la igualdad entre hombres y mujeres en la línea sucesoria de la Corona. Además, el propio Príncipe Felipe se pronunció a favor, considerándolo una medida "acorde con los tiempos que corren". El debate se amplificó al conocerse el nuevo embarazo de la Princesa Letizia, pero hoy sigue sin estar resuelto, pese a que el segundo bebé de la familia también fue niña -la infanta Sofía-, debido a la complejidad del proceso de reforma, que requiere de un referéndum.

Educación

Mientras tanto, Leonor recibe una educación propia de una futura Reina, dentro de un plan que, además del inglés, incluye el estudio del chino mandarín. La futura Princesa también recibirá preparación militar, algo inherente a sus responsabilidades como heredera. Además, dedica clases a la música y el ballet.

Preservada de los focos, su vida discurre en un plano de discreción, pero en sus escasas apariciones públicas ha demostrado desparpajo y fotogenia, con una actitud que delata una sorprendente asimilación de su papel institucional.

Ahora, a sus 8 años, la Princesa Leonor deberá aún esperar para saber si llegará a convertirse en la cuarta mujer que se sienta en el trono de la Corona de España, después de Isabel I, Juana I e Isabel II.