María Montserrat González Fernández, de 55 años, detenida junto a u hija, Montserrat Triana Martínez González, de 35, por el crimen de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, confesó que la mató por "inquina".

"Lo planifiqué hace más de un año porque es un tema mío personal con Carrasco", ha explicado. "La maté por venganza y porque se lo merecía, ha hecho mucho daño a mi familia". Las primeras investigaciones apuntan a que madre e hija habían intentado varias veces el crimen. De hecho, en casa de Montserrat Triana la policía ha encontrado planos de seguimiento a la presidenta de la Diputación e incluso recortes de prensa de Isabel Carrasco.

Montserrat Triana tuvo primero una muy buena relación con Carrasco y luego diferencias profesionales tras prescindir de ella en la Diputación, y también políticas porque quiso ir en las listas del Partido Popular de 2011 y no lo consiguió.

La madre, María Montserrat González, reconoció el martes a la Policía que cometió el crimen por "inquina personal".Pese a que en un principio los dos detenidas se negaron a declarar ante la Policía, finalmente la madrese derrumbó y confesó que había sido la autora del crimen, perpetrado con un revólver de la marca Taurus.Además, de estas dos detenidas, también está imputada, aunque en libertad, una policía municipal de León, cuya identidad responde a las iniciales R.G., de 41 años, adscrita al servicio de barrios, que entregó anoche en comisaría el arma homicida y aseguró que se la había dado la más joven de las arrestadas dentro de un bolso.Fuentes de la investigación han precisado que María Montserrat González Fernández planeó el crimen varias veces, pero no pudo perpetrarlo hasta el pasado lunes, según ha reconocido ante los agentes que le toman declaración en la comisaría de León.Después de los dos arrestos, las investigaciones se dirigieron a la localización del arma del crimen, mediante el rastreo del río Bernesga y otras zonas, por parte del Grupo de Operaciones Especiales (GEO) de las Fuerzas de Seguridad, y tras descartar que la pistola usada hubiera sido la del inspector de Policía esposo y padre de las detenidas.Finalmente se supo del paradero del arma homicida este martes, cuando una policía local lo entregó en la Comisaría en León y explicó que le había dado el revólver una de las arrestadas dentro de un bolso, según han precisado fuentes de la investigación.La agente local, Raquel G.R., de 41 años, se presentó con un abogado y los policías la arrestaron para aclarar qué grado de implicación puede tener esta mujer en el crimen de Carrasco, tras lo que fue puesta en libertad, a la espera de su declaración en el Juzgado en calidad de imputada.El revólver tiene seis cartuchos en el tambor, tres de ellos percutidos, según figura en el parte policial sobre el arresto de la policía local, al que ha tenido acceso Efe y que incluye que la mujer se personó voluntariamente porque, según dijo, acababa de comprobar que en su vehículo marca Golf tenía un bolso bandolera con un revólver en su interior.Se trata de un arma que, tal y como relató, dejó intencionadamente una de las dos mujeres arrestadas tras el crimen, Montserrat Triana Martínez González, hija de María Montserrat González Fernández.La agente añadió que ella no se había dado cuenta hasta el martes de que el arma estaba en su coche.Los registros practicados por los investigadores han desembocado en el hallazgo de una segunda pistola y un kilo y medio de marihuana en la casa de la mujer de 35 años detenida.El marido de la asesina, destinado a GijónPor otra parte, la Dirección General de la Policía ha autorizado ya el traslado a Gijón del inspector Pablo Antonio Martínez, marido y padre de las dos detenidas.Fuentes de las dependencias policiales de El Natahoyo aseguran que Martínez

se derrumbó y confesó

que entregó anoche en comisaría el arma homicida

no pudo perpetrarlo hasta el pasado lunes

tras descartar que la pistola usada hubiera sido la del inspector de Policía esposo

le había dado el revólver una de las arrestadas dentro de un bolso

dejó intencionadamente una de las dos mujeres arrestadas

El marido de la asesina, destinado a Gijón

llegaría a la ciudad para hacerse cargo de uno de los grupos de la Policía Judicial