El presidente catalán, Artur Mas, que mantiene su apuesta por celebrar una consulta soberanista el 9 de noviembre pese al rechazo del Congreso, dio ayer continuidad a su voluntad de "mano tendida" y se ha dirigido al presidente del Gobierno para sugerir una cita: "Señor Rajoy, ponga día y hora". Lo ha dicho en la sesión de control del Parlamento catalán después de la que la líder del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, le pidiese que coja el teléfono y "llame" a Rajoy para desencallar el enfrentamiento por el proceso catalán, no sin dejarle claro que, tras el rechazo de la Cámara Baja, "si busca otro camino para convocar la consulta, estará fuera de la democracia".

Poco más tarde, Rajoy comentó en el pleno del Congreso: "Hablaré con quien tenga que hablar y de lo que tenga que hablar, y voy a defender un proyecto de vida en común que data de hace muchos siglos y al que yo le auguro un excelente futuro para todos".

Si Rajoy se mantiene firme en que ningún español se vaya de la UE "por una decisión equivocada", el presidente de la Generalitat se esforzó en visualizar que el rumbo de su hoja soberanista se mantiene inalterada, para lo que buscará "otras vías" para "amparar" la consulta que le niega el 85% del Congreso, ya sean marco legales propios -la futura ley catalana de consultas- o bien "marcos legales internacionales".

El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, confió también en que se produzcan de manera inmediata contactos discretos a tres bandas entre el Gobierno, la Generalitat y el PSOE para explorar posibles vías de solución al problema catalán.

Por su parte, Mas retó a Rajoy a que formule una propuesta de reforma constitucional. Al respecto, el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, dijo que "la Constitución no puede ser reformada solamente para satisfacer a un nacionalismo enfadado".

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, fue más directa y dijo que si Mas quiere una reforma de la Constitución debe ser él quien la proponga porque ni el jefe del Ejecutivo ni el PP han planteado esa posibilidad.

Para el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, Mas "tiene poca autoridad moral para hablar de mano tendida" y ha calificado de "punto de inflexión" el debate en el Congreso.

Por su parte, el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, se mostró "absolutamente convencido" de que Mas no se saldrá "ni un milímetro" de la legalidad.

En la sesión de control del Parlament, el primer secretario del PSC, Pere Navarro, conminó al Gobierno y a la Generalitat a "abandonar las trincheras" y, "por responsabilidad", encontrar un "punto de encuentro" que permita salir del debate sobre la consulta con una solución "sin vencedores ni vencidos".

Navarro puso de ejemplo el "esfuerzo" de los socialistas para llegar a consensos, y ha deslizado: "Ayer (por el miércoles) quedó muy claro que lo tendremos que sacar (a Mariano Rajoy) de la Moncloa para llegar a un acuerdo entre Cataluña y el resto de España".

Desde el PSOE, Elena Valenciano, aseguró que su partido "animará" a Rajoy a que abra "un espacio de diálogo amplio" para reformar la Constitución con el fin de mejorar el "encaje" de Cataluña.

El líder de ERC, Oriol Junqueras, pidió a Mas, por contra, que una vez transcurrido el debate del Congreso "la prioridad" siga siendo la convocatoria de la consulta, y le ha instado a "mantenerse fiel" a los deseos de los catalanes.

Por su parte, el líder de ICV, Joan Herrera, se mostró confiado en que el Estado va a tener que responder "tarde o temprano" ante la demanda "democrática" de Cataluña y rechazó cualquier alternativa, como unas plebiscitarias, a la celebración de una consulta soberanista: "Consulta sí o sí, sin atajos". El líder de Ciutadans, Albert Rivera, reprochó a Mas que "siga amenazando con dar golpes contra la Constitución", en alusión a su voluntad de mantener el rumbo de convocar una consulta soberanista.