La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, ve "desproporcionado" todo lo que ha se ha dicho y escrito en los medios de comunicación a propósito del incidente que protagonizó el pasado jueves en la Gran Vía madrileña, donde fue multada por aparcar en el carril bus y después se dio a la fuga. "Parece como si en España no hubiera problemas de mayor importancia que poner una multa a una sexagenaria", dijo en una rueda de prensa celebrada tras la reunión del comité de dirección del partido.

Con todo, la expresidenta madrileña rebajó el tono de los días inmediatamente posteriores al incidente y evitó criticar a los agentes implicados. Eso sí, situó lo ocurrido en el ámbito de su "vida privada", dijo que no es algo "extraordinario" en el transcurso de la vida de cualquier ciudadano y volvió a pedir perdón por su "error".

Dicho esto, mostró su sorpresa por la repercusión mediática del incidente, cuando el país afronta problemas entre los que citó las declaraciones sobre ETA del presidente del PSE, Jesús Eguiguren, el desafío independentista de Cataluña, los casos Gürtel y ERE o "los casi seis millones de parados".

Aguirre se declaró de acuerdo con las declaraciones de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, en las que esta sostenía que "la ley es igual para todos", pero agregó que comparte también las del expresidente regional Joaquín Leguina acerca de que el trato de los medios de comunicación no lo es.

Tras la comparecencia de Aguirre, la portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez, dijo que lo que tiene que hacer la líder del PP de Madrid es "irse" de la política y que seguirá instalada en el "esperpento" mientras no reconozca que este caso le ha "expulsado de la política".