El periodista y escritor Abel Hernández desvela en su último libro, "Secretos de la transición", que la clave de la dimisión de Adolfo Suárez como presidente fue una tensa reunión, que él consideró una "encerrona", con generales en la Zarzuela, que "entraron sin llamar", lo que obligó al Rey a suspender una cacería en la sierra de Cazorla.

Dada la gravedad de la situación, el Rey regresó urgentemente en helicóptero a pesar de las adversas y peligrosas condiciones meteorológicas. Llamó inmediatamente a Suárez y lo dejó a solas con los mandos militares.

Según Hernández, entre las razones previas que le obligaron a renunciar figura de forma destacada la "traición" de Fernando Abril Martorell, hasta entonces su hombre de confianza, que quiso suplantar al presidente por considerarlo bloqueado e incapaz de seguir gobernando.

Maniobras ocultas

Abel Hernández, que recoge literalmente el impresionante diálogo de Suárez y Tejero la noche del 23-F, descubre las maniobras ocultas de la "operación De Gaulle" o Gobierno de salvación nacional, con el general Armada por medio y con una amplia complicidad política, que pretendía evitar el "golpe duro", y que "no parecía mal en la Zarzuela".

También da cuenta de los intentos de Aurelio Delgado, cuñado y secretario de Suárez, de conseguir aquella noche dinero para contratar un avión y poner a buen recaudo a la mujer e hijos del presidente. Tanto el jefe de seguridad de Suárez como el de Gutiérrez Mellado lograron infiltrarse en el golpe.

Abel Hernández asegura que el discurso con el que el Rey paró el golpe lo escribieron al alimón, dictándoselo a una secretaria, Sabino Fernández Campo y Manuel Prado y Colón de Carvajal, mientras don Juan Carlos se cambiaba el chándal por el uniforme de capitán general del Ejército, con el que apareció en televisión.