El rey Mohamed VI destituyó ayer al delegado general de la administración penitenciaria marroquí por el escándalo suscitado por el caso del pederasta español Daniel Galván, indultado el pasado martes por error y detenido ayer.

El monarca intenta así atajar el mayor escándalo de sus catorce años de reinado, que ha suscitado una oleada de protestas y dos comunicados de la Casa Real sin precedentes en la historia: uno el sábado, para reconocer que había firmado un indulto por error, y otro el domingo, para revocar su propia decisión.

La Fiscalía General de Kenitra, lugar donde sucedieron los abusos y violaciones de once niños por los que Galván fue condenado a treinta años de cárcel en 2011, solicitó ayer del Ministerio de Justicia una orden internacional de busca y captura contra el español.

Esa orden es la que al parecer ha servido de base para la detención de Galván en Murcia, lugar donde el pederasta residió y trabajó durante al menos seis años, hasta 2002, y lugar al que ha vuelto después de ser agraciado con un indulto colectivo (junto con 47 presos españoles más).

En un comunicado, la casa real marroquí explicó la revocación del indulto, una medida "de carácter excepcional", por "los fallos que han marcado el procedimiento, la gravedad de los delitos cometidos y el respeto a los derechos de las víctimas". Además, anunció una investigación para depurar responsabilidades

El Gabinete Real reconoció el sábado que había existido "una negligencia" que no detalló, pero que ha supuesto el cese del delegado general de prisiones, Hafez Benhachem. En tres días, Rabat ha salido otra tantas ocasiones a la palestra para retractarse de sus decisiones y anunciar las primeras sanciones, después de que una oleada de indignación haya recorrido el país poniendo en entredicho una decisión del monarca.

La casa real recordó ayer que el monarca "reafirma su constante e infatigable compromiso con la protección de la infancia y su pleno respeto a las disposiciones del Estado de derecho". Queda por saber si la destitución de Benhachem, un hombre polémico enfrentado a los grupos de defensa de derechos humanos, aplacará la indignación popular en un país donde los delitos de pederastia están entre los más odiados por la sociedad.