La jugadora de voley holandesa Ingrid Visser estaba embarazada de algo más de tres meses cuando fue asesinada. Según ha podido saber LA OPINIÓN DE MURCIA de fuentes de toda solvencia, el compañero sentimental de Ingrid, Lodewijk Severin, había aprovechado la cita de control de la gestación que tenían ambos en Murcia el pasado 14 de mayo, en la clínica donde fue sometida al tratamiento de fertilidad, para quedar con Juan Cuenca, exgerente del Voley Murcia. Severin estaba convencido de que Cuenca iba a pagarle la fuerte suma de dinero que le había ido prestando en sucesivas ocasiones.

Ingrid y su novio viajaron desde Holanda a Murcia el pasado 13 de mayo, porque al día siguiente tenían la cita en la clínica. La pareja alquiló un vehículo y se alojó en el hotel El Churra en Murcia. Dos días más tarde, el 15, sus familiares denunciaron su desaparición en Holanda, después de no saber nada de ellos en 48 horas. El coche fue encontrado el día 22, perfectamente aparcado, en una calle de Murcia, cerca de su hotel.

Desde el primer momento, la policía calificó la desaparición de la pareja holandesa de "alto riesgo" dadas las circunstancias que la rodearon.