Numerosos cargos del PP no ven viable ni se toman en serio el regreso de José María Aznar y achacan el ataque a Mariano Rajoy a la falta de apoyo que ha encontrado estos meses en el presidente del Gobierno tras las informaciones que sobre la trama de corrupción Gürtel y el caso Bárcenas, que le señalan. Los recados que Aznar lanzó en televisión han provocado un torbellino en las filas populares, en especial su exigencia de bajar ya impuestos, cumplir el programa y llevar a cabo una acción política más decidida frente a la "languidez de la resignación".

Tampoco les ha dejado indiferentes que Aznar amagara con regresar a la primera línea de la política. Sin embargo, las fuentes consultadas ni ven factible esa posibilidad ni se la toman en serio. "Creo que no puede volver. ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Va a hacer un partido?", se pregunta un veterano diputado que ocupó cargos de responsabilidad con Aznar. "Si como él dijo es leal al PP, de momento este partido tiene un presidente. No veo su vuelta", añade otro parlamentario que ha debutado en esta legislatura.

Fuentes populares admitieron que, pese a que ya sabían que en privado Aznar había dejado entrever en más de una ocasión su malestar por algunas actuaciones del Gobierno, no esperaban un tono tan crítico hacia Rajoy . Según esas fuentes, el expresidente trató de hacer una "defensa personal" ante la falta de apoyo de su sucesor en relación con las informaciones sobre Gürtel o los presuntos sobresueldos del extesorero Bárcenas.

"Sale a defenderse porque nadie le defiende", resume una persona cercana al expresidente, que admite que Aznar "va por libre" y no le importa generar problemas, no solo al Gobierno, sino a su esposa, la alcaldesa Ana Botella. Pese a las coincidencias con Esperanza Aguirre en la solicitud de bajar ya los impuestos, fuentes del PP no ven detrás de las palabras de Aznar un grupo bien organizado movilizándose contra Rajoy como antes del congreso de Valencia.

Varios parlamentarios no han ocultado su sorpresa por las críticas a la gestión de Rajoy, ya que pensaban que lo que perseguía en realidad con la entrevista del martes era "limpiar" su imagen ante la "campaña de acoso y derribo" que Aznar atribuye a un grupo mediático. Algunos dirigentes del PP le reprochan que haya demostrado cierta falta de lealtad al cuestionar públicamente al presidente sin utilizar los canales habituales, bien decírselo directamente o en reuniones del partido.