La portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez, ha subrayado este miércoles que su conclusión de la entrevista televisada de anoche al expresidente José María Aznar es la crítica "abierta y muy severa" al Gobierno de Mariano Rajoy. En declaraciones a los medios en los pasillos de la Cámara Baja, Rodríguez ha opinado que si Aznar tiene intención de volver a la primera línea de la política "los ciudadanos españoles tendrían en el PP ahora dos grandes preocupaciones: el presidente del Gobierno y quien supuestamente intentaría sucederle".

Ya en el hemiciclo, Rodríguez ha cuestionado a la vicepresidenta del Gobierno por las declaraciones del presidente de honor del PP en televisión en las que cuestionaba las políticas ejercidas por el Gobierno. "No tienen ustedes norte, están aislados y acorralados. No escuchan ustedes a nadie, ni a su propio partido. ¡Si hasta su presidente de honor no ve proyecto político en este Gobierno!", ha afirmado la portavoz socialista.

Con todo, a su entender, lo más relevante de la intervención de Aznar, "erigiéndose en portavoz de un grupo muy numeroso de votantes del PP", es que hizo una crítica "abierta y muy severa" a un Gobierno que "está absolutamente aislado".

Aislado no sólo en el Parlamento, ha añadido Rodríguez, con todos los grupos en contra de todas las leyes que aprueban, sino también con la sociedad en la calle y "ahora dentro de su partido", donde cada vez surgen "más voces abiertas y críticas denunciando una falta absoluta de proyecto político y de norte".

También ha sido preguntada la portavoz socialista sobre si se da por satisfecha con las explicaciones ofrecidas por Aznar sobre el hecho de que la trama Gürtel supuestamente pagara parte de la boda de su hija Ana Aznar.

"Pues no", ha respondido Rodríguez, para argumentar a renglón seguido que Aznar "dio las mismas explicaciones que viene dando el PP en todo esto", que consisten en negarlo todo hasta que se van demostrando los hechos y, entonces, "pasan inmediatamente a la categoría que creó Mariano Rajoy de 'salvo algunas cosas'".

Mientras tanto, el Gobierno guarda silencio por el momento ante la posibilidad de que el expresidente José María Aznar vuelva a la política, mientras que el PSOE ha asegurado que ni la "contempla", ni la "desea", y otras formaciones como UPyD han cuestionado si realmente "se había ido".

Ningún miembro del Ejecutivo ha querido comentar esta mañana a su llegada al Congreso la entrevista de anoche de Aznar en Antena 3, aunque la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha contestado con un "luego hablamos" al ser preguntada por ello.

Ni el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro -al que Aznar aludió directamente con su petición de bajada de impuestos-, ni la de Sanidad, Ana Mato, ni el de Agricultura, Miguel Arias Cañete, ni el de Industria, José Manuel Soria, se han querido parar en los pasillos de la Cámara para dar su opinión.

Sí lo han hecho los diputados socialistas Ramón Jaúregui y Eduardo Madina, mientras que la portavoz de UPyD, Rosa Díez, ha lanzado los interrogantes: "¿Ha vuelto? ¿Se había ido?".

El exministro Jaúregui ha dicho que él no "desea" que vuelva Aznar y que "Dios no lo quiera", y el secretario general del grupo socialista, Eduardo Madina, ha asegurado que no la "contempla".

Madina ha explicado que no vio la entrevista, porque "en materia de Aznar" se volvió "agnóstico ya hace años".

Entre los diputados del PP sólo Vicente Martínez Pujalte se ha referido a este asunto, aunque tampoco vio anoche a Aznar en televisión.

"Él ha decidido dedicarse a otras cosas", ha subrayado, tras lo cual ha señalado que "cada uno puede hacer los comentarios que considere convenientes" y que, en su opinión, el Gobierno "está haciéndolo lo mejor que puede, aunque tendrá sus aciertos y algunas cosas que se podrían mejorar".

Para la parlamentara de Coalición Canaria Ana Oramas, sería "totalmente kafkiano" que Aznar volviera, algo que no cree que se produzca, "porque dentro del PP no está la gente por que vuelva Aznar, sino por apoyar a su presidente".

Oramas ha destacado que las declaraciones de Aznar van contra la "línea de flotación" del Gobierno, lo que ha calificado de "sorprendente".