El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, considera "lógica la contestación social" que han generado en España muchas de las medidas económicas tomadas por el Ejecutivo, pero defiende que estos "grandes esfuerzos y sacrificios" permitirán la salida de la crisis.

"Es imposible negar que la crisis que vivimos está teniendo un impacto social tremendo. Es lógico y sintomático de la buena salud de nuestras democracias que exista una contestación social a muchas de las medidas políticas que se toman para permitir la salida de la crisis", afirma Rajoy en una entrevista con Lusa, la agencia oficial de noticias de Portugal, realizada en vísperas de la Cumbre Ibérica XXVI, que hoy se celebrará en Madrid.

"Pero creo firmemente que la política no es el problema, sino la solución a la crisis actual, que requiere de grandes sacrificios para permitir el regreso a los niveles de prosperidad y de empleo que nuestras sociedades merecen", agrega Rajoy.

El presidente del Gobierno considera que la crisis ha demostrado "la insostenibilidad de los graves desequilibrios que se han creado en la mayoría de países de la zona euro".

Mientras, el descontento se extiende también al interior de su propio partido, el PP. Varios dirigentes populares manifestaron su preocupación por la falta de coordinación entre Gobierno y partido, así como por las "voces libres" de algunos presidentes autonómicos en las últimas semanas con declaraciones o propuestas que se salen del discurso oficial o son directamente antagónicas, como las de la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, que insiste en reclamar una inmediata bajada de impuestos, aprovechando el plazo extra de 2 años concedido por la UE para rebajar el déficit público al 3% del PIB. La solicitud de pedagogía que realizó el pasado lunes Rajoy a la cúpula del PP es compartida por muchos parlamentarios populares que en las últimas semanas han expuesto en privado la necesidad de que los ministros se vuelquen en explicar las reformas por toda España.