El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha propuesto revisar el Estado de las autonomías y su financiación con criterios basados en la corresponsabilidad fiscal y los precios públicos. A su juicio, el Gobierno "debe reservarse los grandes impuestos que afectan al mercado interior: el IVA y el impuesto de sociedades" y "el resto de impuestos al arbitrio de cada autonomía".

Lo que plantea el titular de Exteriores es el traspaso total del impuestos sobre la renta de las personas físicas a las autonomías. Que lo haga públicamente Margallo tiene su importancia en la medida en que está considerado como uno de los cuatro integrantes del núcleo duro de Mariano Rajoy en el Gobierno y como tal participa en frecuentes reuniones en la Moncloa, donde el presidente consulta todo con ellos. Los otros tres miembros de este grupo son Soraya Sáenz de Santamaría, Cristóbal Montoro y Jorge Fernández Díaz.

Margallo advirtió de que el nuevo modelo de financiación debe decidir "qué servicio es esencial y qué se financia". Además, indicó, "la corresponsabilidad fiscal no es tanto transferir agua como dejar a las autonomías que exploten sus propios pozos". En este sentido, abogó por implantar "una figura que podría ser fundamental en el futuro: los precios públicos".

"Aquí nos hemos obsesionado en discutir el copago sanitario, pero los laboristas británicos debaten establecer tasas en las autovías en función de lo que contaminen los coches y de las horas a las que transiten. ¿Qué ventaja tiene este sistema? De alguna manera, se alcanza un resultado muy parecido a los conciertos de los territorios forales", indicó.

El presidente Mariano Rajoy planea una nueva financiación para frenar el desafío soberanista de la Generalitat. Se trata de una estrategia consistente en un modelo de financiación que se acerque a la sensibilidad catalana y que sirva para contener el desbordamiento soberanista.

Artur Mas y su entorno parecen receptivos a la hipotética propuesta que ultima Rajoy y que implicaría un margen sobre el tope de déficit de Cataluña -una de las comunidades más endeudadas-y un cambio en el sistema de financiación, que conllevaría limitar el principio de solidaridad según el cual las comunidades más ricas cooperan con más impuestos para compensar a las más pobres.

4.000 millones

Ante las peticiones de Artur Mas en su reciente visita la Moncloa, Rajoy ha ofrecido relajar el objetivo del déficit para que Cataluña no tenga que recortar este año los 4.000 millones de euros que le corresponderían.

La segunda propuesta del presidente es el déficit a la carta, que las comunidades del PP tachan de trato de favor. Pero ha sido el plan de limitar el principio de solidaridad lo que ha motivado la alarma en los barones del PP.

El Gobierno estaría buscando un modelo parecido al alemán, en el que prima que los servicios de las zonas más ricas no sean peores porque tengan que trasvasar más dinero a otras zonas del país. Sin embargo, la Generalitat desmintió ayer que Más y Rajoy acordaran negociar un nuevo modelo de financiación.