La disquisición judicial sobre qué tribunal asume la investigación del llamado ‘caso Bárcenas’ está concentrando el interés sobre los dos magistrados que pugnan por llevarse para sí mismos las competencias. Pablo Ruz (Madrid, 1975) y Javier Gómez Bermúdez (Álora, Málaga, 1962) dejan ver dos personalidades distintas, aunque con algunos gustos singulares, como la lectura y la música, si bien Ruz tira más por los años 60 y su colega por los clásicos orquestales. Estas son algunas pinceladas de la vida profesional y personal de los dos jueces que van detrás de conocer más detalles sobre uno de los casos de corrupción más importantes de España en las últimas décadas.

Pablo Ruz

Quienes conocen al juez Ruz dicen que vive en las antípodas del juez estrella. Curioso, porque Pablo Ruz fue el elegido para sustituir a su antítesis judicial, Baltasar Garzón, en junio de 2010, cuando éste ya llevaba un mes suspendido cautelarmente de sus funciones.

Pablo Rafael Ruz Gutiérrez nació en Madrid el 28 de noviembre de 1975, pero es oriundo de la comarca cántabra de Liébana. Es tranquilo y discreto y, según los que trabajan con él, muy afable. Tiene tres hijos, con los que intenta pasar el mayor tiempo posible, y entre sus aficiones se cuentan tocar la guitarra -especialmente, las canciones de los Beatles-, jugar al fútbol y leer novela negra.

Si esto último es cierto, bien podría ser esa afición uno de los méritos aducidos -o, al menos, tenidos en cuenta- para heredar la plaza del depuesto juez estrella. Porque Ruz no tardó ni un año en dar alas a la investigación del ‘caso Faisán’, cuya instrucción dicen los críticos de Garzón que éste había dejado dormida.

Su carrera, hasta entonces tan poco expuesta a los focos como la propia personalidad del joven juez, había dado comienzo en 2003 en el Juzgado de primera instancia e instrucción número 3 de Navalcarnero (Madrid). Dos y medio más tarde saltó al número 4 de la misma localidad y, tras su paso por la Audiencia Nacional en 2008, pasó al número 5 de Collado Villalba.

Pablo Ruz se licenció en Derecho por la Universidad Pontificia de Comillas (Cantabria), y en el último curso sacó varias matrículas de honor. Es miembro de la plataforma Otro Derecho Penal es Posible, formada por juristas de orientación progresista que abogan por la “humanización del sistema penal”.

Javier Gómez Bermúdez

Por su parte, Javier Gómez Bermúdez, licenciado en Derecho por la Universidad de Granada, se convirtió en juez con tan sólo 24 años. El magistrado presidió en 2007 el tribunal encargado de juzgar los atentados del 11-M, donde su carácter, dominado por la seriedad y la rectitud, llamó la atención de todos. "Traductores, les quiero en mi despacho inmediatamente", fue una las frases que repetía a los traductores de árabe durante el juicio por los ataques terroristas de 2004 por entender que no realizaban correctamente su trabajo.

Casado en segundas nupcias con la periodista Elisa Beni, tiene dos hijos de su primer matrimonio, le gusta desplazarse en moto por la ciudad y se relaja escuchando música clásica. Es miembro de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura. El juez malagueño recordaba su niñez con motivo de la entrega, en 2007, de la H de Oro, un galardón del Colegio de Farmacéuticos de Málaga en reconocimiento a su labor profesional. Aprovechó su breve comparecencia para recordar su infancia en Álora, cuando deambulaba por la botica de un viejo amigo. “En casa realmente se ha repartido el bacalao entre el Código (Penal) y los medicamentos”, bromeaba.

En 2008, Bermúdez aseguró, durante unas jornada de derecho en Málaga, que "los macrojuicios deben ser una excepción", puesto que “son muy costosos, difíciles de gobernar para el magistrado y afectan en numerosos casos al derecho de defensa”, al tiempo que proclamaba que sólo se deben producir “cuando no es posible dividir la causa en piezas separadas”.