La ejecutiva de CiU avaló ayer la orden de Artur Mas al Gobierno catalán de abrir todas las vías del diálogo con el Estado, aunque constató que hasta ahora éste ha rechazado todas las ofertas realizadas desde la Generalitat, mientras que ERC ha advertido de que "si CiU vira, ni Esquerra ni el país les seguirán".

Los nacionalistas catalanes están inmersos en un debate que tiene dos frentes: el deshielo con el Gobierno de Mariano Rajoy, con quien Artur Mas tiene pendiente una reunión en pleno debate sobre el déficit y los Presupuestos catalanes, y mantener su mayoría parlamentaria de la mano de ERC bajo la condición de celebrar una consulta de autodeterminación en 2014.

Preocupación

El secretario general de Unió y consejero de la Generalitat, Josep Maria Pelegrí, destacó que CiU ve con "mucha preocupación" la actitud que detecta en el Gobierno de rechazar las ofertas de diálogo que se han lanzado desde Cataluña, tanto para realizar una consulta de autodeterminación como para resolver los problemas económicos.

Pelegrí, que ha sustituido a un indispuesto Josep Antoni Duran Lleida, dijo que en la reunión extraordinaria del Ejecutivo catalán del pasado sábado, Mas pidió a sus "consellers" que abrieran todas las vías de diálogo con el Gobierno dejando claras las cuestiones a las que no renunciará: el derecho a decidir y el mantenimiento del Estado del bienestar.

Pelegrí criticó la falta de sensibilidad del Estado al ejecutar "repartos desleales" del déficit y "tratar a todos los territorios por igual", lo que supone "la mayor de las desigualdades".

Por su parte, el consejero de la Presidencia, Francesc Homs, instó al Gobierno a relajar ya el objetivo de déficit a Cataluña sin esperar a Bruselas, ya que cree que hay margen para controlar sus cuentas reduciendo la inversión en ámbitos como Defensa.