El secretario general del Grupo Popular, José Antonio Bermúdez de Castro, justificó la tardanza de su partido en querellarse contra su extesorero Luis Bárcenas argumentando que en este asunto se debe ser "prudente" y "estudiar muy bien tanto el contenido como el alcance" de "las actuaciones judiciales que se puedan poner en marcha".

"La prisa y la precipitación en este terreno no son buenas consejeras", añadió Bermúdez de Castro, que está "absolutamente convencido" de que la dirección del PP "adoptará todas las medidas que considere convenientes y necesarias para la defensa de la honorabilidad tanto del partido como de sus dirigentes" y dejó claro que lo hará "de acuerdo a lo que aconsejen los servicios jurídicos".

Tras negar que el retraso en la presentación de las querellas que el partido lleva anunciando desde hace más de un mes se deba a divisiones internas, el dirigente popular ha recordado que el "caso Bárcenas" ya está en los tribunales y que se debe "dejar trabajar a la justicia".

El vicesecretario general de política autonómica y local, Javier Arenas, negó que la secretaria general, Dolores de Cospedal, esté cuestionada, y aseguró que "todo el partido la respalda". Defendió a Cospedal al ser preguntado por ella en los pasillos del Senado, donde también se refirió a las anunciadas acciones legales contra Bárcenas y los medios que publicaron la información sobre una supuesta "contabilidad B" que el PP aún no ha adoptado.

"Estamos viendo ese asunto, estamos todos de acuerdo y tendrán ustedes novedades cuando haya decisiones", dijo el dirigente popular, que niega que haya retrasos al afirmar que el PP está tardando "lo que exigen la prudencia y los análisis serios".

El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, aseguró, por su parte, que el pasado viernes la Policía no inspeccionó la sede del PP en la calle de Génova al tener conocimiento de que Bárcenas no contaba con ningún despacho.