El fiscal jefe de Cataluña, Martín Rodríguez-Sol, ha presentado hoy su renuncia ante el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, que la ha aceptado tras ser expedientado por opinar en una entrevista sobre la consulta soberanista catalana.

Así lo ha anunciado el propio fiscal jefe de Cataluña a su salida de la Fiscalía General del Estado, donde ha comparecido para expresar sus alegaciones al expediente de remoción que le abrió ayer el fiscal general.

En un comunicado, la Fiscalía General del Estado ha confirmado que Torres-Dulce ha aceptado la renuncia que Rodríguez-Sol ha presentado durante el trámite de audiencia previsto en el expediente y que, con su cese, ha quedado archivado por falta de objeto.

No obstante, ha especificado que la renuncia al cargo "no se llevará a efecto de forma inmediata", puesto que las necesidades de gobierno de la Fiscalía Superior aconsejan que el actual fiscal continúe en el cargo en los próximos días.

Rodríguez-Sol ha llegado a las 17.50 horas a la Fiscalía General del Estado para dar explicaciones sobre las declaraciones en las que consideraba legítimo que se consultara a los catalanes sobre su futuro político y que, en su opinión, "han sido la causa final" de esta situación.

"He explicado los motivos y las razones que me llevaron a hacer cada una de las (últimas) actuaciones", ha dicho Rodríguez-Sol, que ha actuado, a su juicio, "con lealtad al fiscal general del Estado".

Ha añadido que ha puesto su cargo a disposición del fiscal general para que "adoptara la decisión que estimara más correcta y más adecuada a los intereses generales de la carrera judicial", ya que, ha agregado, "en esta carrera y en esta situación la confianza es un elemento esencial".

La audiencia ante el Consejo Fiscal y en presencia del fiscal general del Estado ha transcurrido en un ambiente "distendido y de lealtad institucional", que le ha permitido expresar su opinión ante los hechos, según ha detallado.

En este sentido, ha asegurado que sus manifestaciones han sido "siempre de respeto al marco legal" y con respeto a "lo que debe ser la ley en todo momento", que, según ha precisado, "debe y puede ser modificada por los responsables del poder legislativo".

Por eso sus declaraciones han de ser entendidas, ha afirmado, como una "invitación a los encargados de aplicar las leyes y de crearlas para conocer la voluntad de los ciudadanos", porque la ley debe "obedecer al bien común".