Investigar hasta el final. Caiga quien caiga. Es lo que, a lo largo de ayer, solicitaron importantes dirigentes del PP, indignados con los nuevos detalles sobre la investigación judicial abierta al exgerente y tesorero del PP Luis Bárcenas, que según el juez llegó a amasar en Suiza una fortuna de 22 millones mientras se encargaba de las cuentas populares. Pesos pesados del partido como la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre -número uno del PP en la comunidad-, o el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, abogan ahora por "investigar con contundencia" el caso, "suficientemente grave". "Caiga quien caiga", subrayó una indignada Aguirre. Mientras, quienes durante esos años eran superiores de Bárcenas callan. El primero, el actual presidente Mariano Rajoy. Después, Ángel Acebes y Javier Arenas.

Las duras críticas a Bárcenas de los que, durante años, fueron sus defensores y compañeros de partido hacen aún más llamativo el silencio de quienes más le protegían. El PP se empeña en afirmar que Bárcenas ya no tiene nada que ver con el partido en el que trabajo y del que fue senador por Cantabria, pero la investigación judicial ha demostrado que mantenía esas cuentas en Suiza cuando era tesorero del PP. Al día siguiente de que el juez Baltasar Garzón expusiera los indicios de criminalidad existentes contra Bárcenas, el entonces presidente del PP y líder de la oposición, Mariano Rajoy, ponía la mano en el fuego por él. "Estoy seguro de que nadie podrá probar que no son inocentes", dijo, refiriéndose tanto al entonces tesorero del PP como al eurodiputado Gerardo Galeote, también imputado.

Esperanza Aguirre es quien hasta el momento pronunció las críticas más airadas. La expresidenta afirmó que la corrupción la tiene "indignada", a ella y a los demás "políticos honrados", exigiendo que el caso se investigue "a fondo, con celeridad y caiga quien caiga". A ese sentimiento de "indignación" se sumaron la secretaria general del partido, Dolores de Cospedal, y el portavoz popular en el Congreso, Alfonso Alonso. También numerosos dirigentes y militantes del PP, que piden actuar con la "máxima dureza" contra Bárcenas. "No sólo está en juego la honorabilidad del partido, sino la de la clase política", aseveran. Las respuestas, advirtió Feijoo, "deben ser contundentes y clarificadoras". A esa petición se sumaron el vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano; el presidente de Cantabria, Ignacio Diego; la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y la delegada del Gobierno en la Comunidad, Cristina Cifuentes.

Con el caso de Bárcenas -una parte del llamado caso Gürtel, que investiga una supuesta trama corrupta en el seno del PP- de nuevo sobre la mesa, la investigación podría tratar de nuevo de averiguara quién pertenecen las misteriosas siglas P. A. C., atribuidas a un prominente alto cargo del PP y al que un informe de la Unidad de Delincuencia Económica (Udef) coloca en la cúspide de la trama corrupta, al haber cobrado al menos 980.000 euros de dos empresas relacionadas con Francisco Correa, cerebro de la trama.

En una conservación grabada, en poder de Anticorrupción, Correa aseguró que había llevado hasta "mil millones de pesetas" a Bárcenas por obras adjudicadas mientras Francisco Álvarez-Cascos fue ministro de Fomento.