El PP dedicará su interparlamentaria, que se celebra hoy y mañana en Toledo, a defender las principales reformas del Gobierno de Mariano Rajoy en su primer año en la Moncloa y a contraponer este "impulso" a la "inacción" socialista que, según los populares, llevó a la difícil situación actual.

Acompañado de la secretaria general Dolores de Cospedal, Mariano Rajoy inaugura esta mañana la cita a tres días de su primer aniversario al frente del Gobierno, en la que los dirigentes del PP y la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, el ministro Cristóbal Montoro y los titulares de Educación y Sanidad, José Ignacio Wert y Ana Mato, harán balance de 365 días.

La reforma educativa, la medidas en materia sanitaria, como el copago farmacéutico, y la reforma de las Administraciones Públicas serán los tres principales asuntos a debate de esta reunión, que se celebra bajo el lema "Un año impulsando reformas".

Mariano Rajoy considera positivo el balance porque se han sentado las bases para corregir los desequilibrios económicos con los que se encontró al tomar posesión el 21 de diciembre pasado. Fuentes próximas al Presidente explicaron que este año no ha sido fácil porque la situación heredada fue mucho peor de lo previsto.

Preocupado por la incontenible escalada del paro, la recesión y las protestas en la calle contra los recortes, Rajoy pide comprensión y paciencia. El jefe del Gobierno siente especial satisfacción de la reforma laboral aprobada por decreto y por la que los sindicatos llevaron a cabo la primera de las dos huelgas generales habidas. En su opinión, ha servido para que compañías extranjeras como Renault y Ford vuelvan a ver a España como un país atractivo.

También está contento de haber culminado la reforma financiera que llevaba tres años de retraso. Rajoy está convencido de que con las fusiones, el rescate bancario y la creación del banco malo el crédito volverá a fluir.

El equipo económico del Gobierno reconoce que, pese al gran esfuerzo, no podrá reducir el déficit al 6,3 por ciento, aunque espera dejarlo por debajo del 7, después de haberlo encontrado en el 9 por ciento. Rajoy presume, además, de haber recortado el gasto público y de haber reducido el presupuesto ministerial en un 25 por ciento.

El Presidente estima que el mercado laboral, el sistema financiero y el déficit público eran los tres grandes problemas y que ahora "están encarrilados". En el Gobierno se destaca que "los primeros resultados son muy tímidos", pero que los mercados comienzan a percibirlo hasta el punto de que su presión se ha suavizado.

El Ejecutivo considera muy positivo que España no haya caído cuando hace un año se daba por seguro que era la siguiente tras el rescate de Grecia, Irlanda y Portugal. Dentro del Gobierno se explica que España está ahora como un enfermo de cáncer, que se somete a quimioterapia y se le cae el pelo.

El Gobierno lamenta haber tenido que aplicar tantos recortes para frenar el déficit. El Presidente está convencido de que "en 2014 se saldrá del túnel".

Por su parte, la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, atacó ayer al PSOE y le advirtió que teniendo la - de español lo que no puede "es decir que hay que reformar la Constitución porque el partido tenga un problema". La Carta Magna "tiene sus formas de revisión y se puede hablar, pero lo que no puede hacer el PSOE y Rubalcaba es decir que hay que revisar la Constitución porque no tiene un problema y no tiene un discurso económico, social y político para España", añadió. Además, dijo que los socialistas "no se aclaran" sobre si quieren o no primarias. También ha acusado a los socialistas de romper los consensos políticos.