El juicio por el incendio de la provincia de Guadalajara ocurrido en 2005 en el que murieron once personas de un retén y que arrasó casi trece mil hectáreas se ha iniciado pasadas las nueve y media de la mañana en la Audiencia de Guadalajara.

En el banquillo de los acusados se sientan, siete años después de los hechos, tres excursionistas que prendieron la barbacoa el 16 de julio de 2005 en el término municipal de La Riba de Saelices.

Los acusados son Marcelino H.S., Juan José J.C. y Iasson K., que están acusados de un delito de incendio forestal por imprudencia grave y para cada uno de ellos el fiscal pide dos años de prisión, pena que las acusaciones particulares elevan hasta los siete años de cárcel.

Asimismo, la fiscalía solicita también que los acusados indemnicen de forma conjunta al Gobierno regional con casi catorce millones de euros por el coste de los trabajos de extinción -que duraron casi quince días-, por la inversión que se tuvo que hacer para reforestar la zona carbonizada y por los daños ocasionados en el material de extinción.

La fiscalía aplica para los procesados las atenuantes de confesión y dilación indebida del procedimiento, ya que la demora en la celebración de la vista oral es "ajena" a los acusados, afirma en su escrito de calificación el ministerio público.

Según el fiscal, los procesados actuaron "sin adoptar las más elementales medidas de precaución para prevenir y evitar la propagación de los llamas" durante la preparación de la parrilla, a pesar de que el uso de las barbacoas estaba autorizado.