La ciudad de Valencia ha vividoe este martes una nueva y multitudinaria jornada de protestas estudiantiles contra los recortes en educación y la actuación policial, aunque sin incidentes, con libros como únicas "armas" y donde la polémica en torno a la intervención de la Policía ha llegado hasta el Congreso.

Durante todo el día se han sucedido las reacciones -políticas, policiales, estudiantiles o sindicales- a los graves sucesos de ayer en el centro de Valencia entre los antidisturbios y los manifestantes, la mayoría estudiantes, y las concentraciones de solidaridad con los estudiantes valencianos se han multiplicado por toda España. En Madrid, la protesta que partió de la Puerta del Sol llegó a la sede del PP.

En cuanto a las protestas, la de este martes ha sido la más multitudinaria: desde el IES Lluís Vives, una marea humana con libros al viento como "armas" frente a la Policía ha recorrido todo el centro de Valencia, desde la plaza del Ayuntamiento hasta el corazón financiero de la ciudad, pasando por la Delegación del Gobierno, la Jefatura Superior de Policía y la sede del PPCV.

La jornada, que ha terminado sin cargas policiales y con la puesta en libertad de los últimos doce detenidos, llegó tras la larga noche de encierro de centenares de jóvenes en la Facultad de Historia, en la que fueron instruidos en tácticas de resistencia a la Policía como tirar canicas al suelo o protegerse de golpes en el hígado en posición fetal.

La Policía Nacional se ha reforzado con tres nuevos grupos de la Unidad de Intervención Policial de 50 agentes cada uno, procedentes de Barcelona, Valladolid y Sevilla.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha pedido "serenidad y responsabilidad" a "todos" en las protestas, y ha instado a actuar "con mesura y sentido común" para no dañar la imagen de España en el exterior.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que comparecerá en el Congreso para dar explicaciones por las cargas policiales, ha asegurado que la Policía está "para controlar los excesos" y no para excederse "en el control".

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha criticado al ministro del Interior, a la delegada del Gobierno en la Comunitat y al jefe superior de Policía de la Comunitat Valenciana por su actitud frente a los altercados con estudiantes.

La asociación Jueces para la Democracia (JpD) ha censurado las alusiones de "fuerte orientación represiva" realizadas por el jefe superior de Policía, Antonio Moreno, quien se refirió a los participantes en las protestas de estudiantes como el "enemigo".

La delegada del Gobierno, Paula Sánchez de León, ha ordenado abrir expediente informativo para determinar si hubo "exceso policial" y "extralimitación" contra las protestas estudiantiles, mientras PSPV-PSOE y Esquerra Unida han exigido el "cese inmediato" de Moreno y Sánchez de León.

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha afirmado que las imágenes que ha visto de la represión de las protestas estudiantiles "son intolerables" y que espera que el Gobierno "las aclare".

El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ha considerado que el asunto de los ajustes en educación de la Comunitat no se resuelve con manifestaciones sino con diálogo, y ha pedido "a todos" calma y responsabilidad.

El presidente del Congreso, Jesús Posada, ha llamado al orden a los diputados de IU, ICV, CHA y ERC por exhibir en el pleno de la Cámara carteles en apoyo a los estudiantes de Valencia en los que pedían la dimisión de las autoridades bajo cuyo mando ha actuado la Policía en los incidentes de ayer.