La ciudad de Valencia ha sido escenario este miércoles de otra multitudinaria marcha de estudiantes que ha clamado por la dimisión de la delegada de Gobierno, Paula Sánchez de León, y del jefe superior de Policía, Antonio Moreno, exigiendo que se retiren los cargos contra los detenidos en protestas anteriores.

La manifestación, encabezada por estudiantes pero secundada en esta ocasión por una veintena de colectivos políticos y sociales, ha reunido a miles de personas que han partido a las 18:00 horas desde el Instituto Lluís Vives de Valencia para reivindicar el derecho a una educación pública de calidad y exigir responsabilidades políticas por la acción policial.

Bajo el lema "Somos el pueblo, no el enemigo", la marcha ha transcurrido de forma pacífica y sin apenas presencia policial hasta la sede de la Delegación del Gobierno, donde los estudiantes se han encontrado con un grupo de jóvenes que ha comenzado a increpar a la decena de agentes apostados en la puerta del edificio institucional.

Allí se han escuchado gritos de "tengo la ESO, ¿dónde está mi pistola?" y "ser policía, vergüenza me daría", que han intentado ser acallados por los portavoces de los estudiantes, Almudena Morales y Alberto Ordóñez, quienes han llamado a la "tranquilidad" mientras alentaban a defender la escuela pública y exigían la anulación de los expedientes sancionadores abiertos contra los detenidos.

"Delegada dimisión"

El lema más coreado durante la protesta ha sido "delegada dimisión", y han sido frecuentes los abucheos tanto a la Policía Nacional, custodiada por cuatro furgones, como a quienes se han asomado en alguna ocasión desde las ventas de ese mismo edificio, a cuyos pies se han concentrado miles de personas desde las siete y media de la tarde.

Hasta ese momento la marcha había tenido un tono festivo al son de pitos y tambores, y en ella se podían leer decenas de carteles en contra de los recortes y de la brutalidad policial ("menos represión, más educación" o "libertad de protestar", entre otros mensajes).

Al igual que sucedió en la manifestación del martes, el final de la protesta ha estado marcado por un exaltado grupo de jóvenes que ha increpado fuertemente a los agentes a escasa distancia e incluso se ha encaramado a uno de los furgones antidisturbios para colocar carteles en los que se podía leer "roban y pegan a los hijos".

Los representantes de las asociaciones estudiantiles han convocado a los manifestantes a una nueva protesta que se iniciará mañana al mediodía frente a la Conselleria de Educación.

La manifestación de Valencia ha sido secundada con sendas protestas en Alicante y Castellón, en las que miles de personas también se han sumado a sus reivindicaciones.

En Alicante, muchos de los participantes vestían prendas de color negro para simbolizar, en tono carnavalesco, "el entierro de la educación pública" e, incluso, algunos de ellos portaban ataúdes.

En Castellón, la concentración convocada en plaza María Agustina de Castellón se ha transformado en una espontánea manifestación que ha recorrido la ciudad con sentada incluida frente al domicilio del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra.