El Rey ha aprovechado su tradicional mensaje de Navidad para advertir, en una clara alusión a Iñaki Urdangarin, que las personas con responsabilidades públicas deben observar "un comportamiento ejemplar", y ha considerado "natural" que la sociedad reaccione cuando se producen "conductas irregulares". De la misma forma, ha subrayado que cualquier actuación "censurable" deberá ser "juzgada y sancionada con arreglo a la ley".

"La justicia es igual para todos", ha recordado el jefe del Estado en su alocución de Nochebuena, en la que se ha mostrado "enormemente" preocupado por la "desconfianza que parece estar extendiéndose en algunos sectores de la opinión publica" respecto a "la credibilidad y prestigio" de algunas instituciones, por lo que ha recalcado: "Necesitamos rigor, seriedad y ejemplaridad en todos los sentidos", ha dicho.

"Todos, sobre todo las personas con responsabilidades públicas, tenemos el deber de observar un comportamiento adecuado, un comportamiento ejemplar", ha insistido el Rey, antes de añadir: "Afortunadamente, vivimos en un Estado de derecho y cualquier actuación censurable deberá ser juzgada y sancionada con arreglo a la ley. La justicia es igual para todos".

En todo caso, ha alertado sobre la necesidad de no generalizar los comportamientos individuales, "so pena de cometer una gran injusticia con la inmensa mayoría de servidores públicos y también de empresarios o trabajadores del sector privado, que desarrollan su labor de forma ejemplar y honesta".

Este llamamiento a la ejemplaridad de las personas con responsabilidades públicas se produce unos días después de que la Casa del Rey calificara de "no ejemplar" el comportamiento del esposo de la infanta Cristina, Iñaki Urdangarin, y anunciara que el duque de Palma dejará de participar en actividades oficiales.

La crisis económica

El Rey ha animado además a políticos, empresarios y sindicatos a consensuar medidas orientadas a la creación de empleo para salir de una crisis que puede modificar "hábitos y comportamientos económicos y sociales", ya que el camino de la recuperación "no será corto" y "exigirá sacrificios".

Don Juan Carlos ha mostrado en sus palabras el optimismo y la confianza que le inspira la experiencia del pueblo español cuando ha sabido responder unido a "retos complejos", pero también ha querido hablar "con sinceridad y realismo" sobre los efectos de una crisis económica que "está llamada seguramente a modificar hábitos y comportamientos sociales".

Así, ha reclamado que todas las futuras medidas económicas tengan como objetivo final la recuperación del empleo -sin descuidar la importancia de un Estado de Bienestar "necesario para mantener la indispensable cohesión social que la justicia distributiva reclama"-, porque la elevada tasa de paro es "moralmente inasumible para un país vertebrado, moderno y solidario" como España.

"Hemos de saber reconocer con humildad cuáles han sido los comportamientos en los que, como individuos y como grupo, hayamos podido equivocarnos", ya que "sólo a partir de este reconocimiento y con los mejores valores de nuestra sociedad por delante, podremos comenzar a superar esta crisis", ha reflexionado.

Para ello, será preciso "un enfoque de conjunto cuyas líneas maestras y medidas concretas corresponde diseñar, desarrollar y aplicar a los responsables políticos y a los agentes económicos y sociales".

"En este ámbito, a mí me corresponde, como jefe del Estado, animar a esas instancias a trabajar sumando voluntades, no restándolas; acercando posiciones, no distanciándolas; buscando avenencias, no rechazándolas", ha continuado el Rey.

Lucha contra ETA

También ha querido resaltar en su mensaje navideño que la unidad y firmeza de los españoles frente a los terroristas "han demostrado que los proyectos totalitarios no tienen cabida en la España democrática", antes de afirmar: "Ahora es ya tiempo de que los terroristas entreguen sus armas asesinas y desaparezcan para siempre de nuestras vidas".

En el primer mensaje a los españoles en el que se refiere al anuncio de ETA del pasado 20 de octubre sobre el cese de la actividad terrorista, don Juan Carlos ha ofrecido a las víctimas del terrorismo "apoyo, solidaridad y afecto", al tiempo que ha reclamado para ellas "justicia y reparación".

En la emisión televisiva de este mensaje navideño, que ha durado 13 minutos, acompañaba al Rey en el Salón de Audiencias del Palacio de la Zarzuela una fotografía tomada el pasado miércoles en ese mismo espacio, tras la jura de Mariano Rajoy, en la que don Juan Carlos aparece flanqueado por el nuevo presidente del Gobierno y por su predecesor, José Luis Rodríguez Zapatero.

Junto a esa imagen que simboliza tanto la unidad de las fuerzas políticas frente a los problemas de España como la contribución de la Monarquía Constitucional a la estabilidad del Estado, el monarca ha reafirmado el compromiso de la Corona para "seguir haciendo todos los esfuerzos necesarios en favor de una convivencia integradora".

La salud del monarca

Don Juan Carlos no ha querido poner fin a su mensaje sin dar las gracias a "tantos españoles" que en los últimos meses se han interesado por su salud, "felizmente recuperada".

Ha destacado además que, en este tiempo, ha podido apreciar aún más si cabe el "rigor y acierto" con que el príncipe de Asturias le acompaña como heredero de la Corona "en el servicio a los españoles y a España, a su democracia, a su Estado de derecho, a sus libertades, a su unidad y diversidad y a la defensa de sus intereses en todo el mundo".

Tras reiterar sus mejores deseos para la Navidad y el nuevo año, ha concluido con estas palabras "Estemos unidos; España lo merece y lo necesita".