El presidente del Gobierno se refirió hoy, ante la Ejecutiva de su partido, a las informaciones sobre su posible sucesión para asegurar que no hay que dejarse presionar y dejó claro que tomará las decisiones sobre su futuro cuando deba hacerlo, según informaron a Europa Press fuentes socialistas.

En la reunión de esta mañana, también intervino el vicesecretario general y ministro de Fomento, José Blanco, para dejar claro que si tienen que elegir candidato se aplicará el procedimiento establecido que incluye la celebración de primarias.

Ambas intervenciones tuvieron lugar durante la reunión quincenal que celebra la dirección del PSOE y que ha venido precedida de numerosas informaciones, a lo largo de este fin de semana, en relación con la posibilidad de que Zapatero anuncie el próximo día 2 de abril, ante el Comité Federal, que no se presenta, así como la opción de Rubalcaba para sucederle.

Durante la Ejecutiva se produjeron varias intervenciones de dirigentes socialistas en las que mostraron a Zapatero su apoyo para que tome las decisiones sobre su futuro cuando considere oportuno, incluso alguno de los intervinientes vino a expresar su queja de que se abra el debate sobre la sucesión en este momento.

El presidente del Gobierno agradeció estas muestras de apoyo, explicó que se siente tan apoyado ahora como el primer día y que tomará las decisiones con responsabilidad. Sobre esta cuestión, precisó que decidirá lo que sea más conveniente para el partido y en el momento oportuno.

Según las fuentes socialistas consultadas por Europa Press, el jefe del Ejecutivo se refirió a la inquietud que produce en algunos miembros del partido las informaciones sobre su posible sucesión y advirtió, al respecto, que no hay que dejarse presionar. En este sentido, recordó que en el partido siempre le han reconocido la oportunidad en el manejo de los tiempos.

Así, instó a sus compañeros a centrarse ahora en las elecciones municipales y autonómicas, señaló que su próxima cita importante es el Consejo Europeo del próximo día 24 de marzo y pidió seguir muy de cerca la crisis de Libia y ratificar la validez del programa socialista en relación con la energía nuclear, después de la crisis surgida en la central japonesa de Fukushima provocada por el terremoto y el maremoto posterior.