La huelga de los controladores continúa generando disputas entre PSOE y PP. Tras el decreto de estado de alarma en el país y la progresiva vuelta a la normalidad, comenzaba el cruce de acusaciones entre ambos partidos. El PP asegura que apoyará al Gobierno en sus medidas para restablecer la situación, pero pide a José Luis Rodríguez Zapatero, que comparecerá el próximo jueves en el Congreso, que explique la gestión llevada a cabo "los dos últimos días y estos dos últimos años". El PSOE por su parte insiste a la oposición a "no hacer una política a corto plazo, electoralista ni partidista", ya que con la situación "se está hablando de un chantaje al Estado". También hay cruce de críticas y acusaciones por las palabras de Zarrías en las que aseguraba que los 'populares' habían mantenido reuniones con los controladores.

El Partido Popular está de acuerdo con el Gobierno en criticar la actitud de los controladores y considerarles los únicos responsables de la situación generada por su "huelga salvaje". Y apoyará todas las medidas que agote el Ejecutivo adopte para restablecer el sector hotelero, el turismo y la imagen del país. Pero reclama al presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, que cuente "cómo se ha llegado al fin de semana y qué medida va a adoptar para evitar esto en el futuro". Así lo hacía saber Soraya Sáez de Santamaría, portavoz del PP, en sus declaraciones a los medios este domingo, cuando los aeropuertos españoles volvían poco a poco a la normalidad tras el caos generado.

La portavoz contestó también a las acusaciones del vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, que recordó que el actual convenio de controladores data de 1999, cuando gobernaba el PP. Sáenz de Santamaría aseguró que este convenio "estaba copiado" del estatuto de los controladores aprobado en 1992 bajo el entonces Gobierno socialista. Este convenio venció el pasado 2004, por lo que la 'popular' afirmó que "la falta de acuerdo entre Gobierno y sindicatos ha derivado en este conflicto".

Otro punto álgido de las recriminaciones entre ambos partidos surgió ayer cuando el secretario de Relaciones Institucionales y Política Autonómica del PSOE, Gaspar Zarrías, acusó al PP de reunirse con los representantes de los controladores. Sáenz de Santamaría explicó que dicho encuentro fue en realidad una comida donde estuvieron presentes los portavoces de los portavoces de todos los grupos políticos en el Senado, a excepción de los socialistas. La finalidad era conocer la posición de los profesionales en el sector.

Sin embargo, pese a las explicaciones de Sáenz de Santamaría, el portavoz en el congreso de los Diputados, José Antonio Alonso, afirmaba que "el propio portavoz del sindicato de controladores ha confirmado las reuniones", por lo que instó a los populares a explicar "de qué hablaron con los controladores y sus representantes".

PSOE: "Hay que estar con el Gobierno, nos jugamos la imagen de España"

Y es que tras las declaraciones de diversos miembros populares, el PSOE no tardaba en contestar a las críticas y realizar sus propias acusaciones. En esta ocasión era José Antonio Alonso quien instaba al PP a "no hacer una política a corto plazo, electoralista ni partidista" con el asunto de los controladores, "porque se está hablando de un chantaje al Estado". Y continuaba recriminando que "en estos asuntos hay que estar siempre con el Gobierno sin fisuras, porque nos jugamos la imagen del país y sus intereses".

Por ello, el dirigente socialista aprovechó la ocasión para defender la actuación del Ejecutivo en la "huelga salvaje", que calificó como chantaje". El Gobierno ha actuado como tenía que hacerlo y cuando tenía que hacerlo", afirmó. Proseguía asegurando que "cuando surge un problema, el Gobierno lo ataja de una manera rápida contundente y eficaz". Para ello, añadió que se han utilizado "los instrumentos y mecanismos del Estado para amparar los intereses de los cientos de miles de ciudadanos habían sido tomados como rehenes".

Palabras también para el presidente del Gobierno, que ha sido criticado por no comparecer en estos días ante los medios de comunicación. Alonso elogió su gestión, definiéndola como "impecable". "Ha estado desde el primer momento al frente del gabinete de crisis y liderando la respuesta del Gobierno", aseguró.