España reafirmó su compromiso con el desarrollo de la comunidad iberoamericana en la jornada inaugural de la cumbre de Mar del Plata, a la que no acudió José Luis Rodríguez Zapatero para gestionar desde Madrid las últimas iniciativas económicas de su Gobierno frente a la crisis.

El Rey Juan Carlos encabeza, como es tradicional, la delegación española en esta XX Cumbre Iberoamericana, donde la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, sustituirá a Rodríguez Zapatero en todas las sesiones de trabajo, incluido el debate privado o "retiro" que reunirá a los jefes de Estado y de Gobierno mañana tras el almuerzo.

La agenda oficial del Rey ha comenzado horas antes de la inauguración de la cumbre con la celebración de una reunión preparatoria de los debates sobre los objetivos educativos de esta cita, en la que ha participado el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias.

A continuación, Don Juan Carlos y la Reina Doña Sofía ofrecieron una recepción a unos 500 representantes de la colonia española residente en Mar del Plata, ante quienes el Rey elogió "el esfuerzo de muchas empresas españolas que, con sus inversiones y su vocación de permanencia, apuestan desde hace años por el futuro" de Argentina.

El tradicional almuerzo que reúne a España y México con ocasión de estas cumbres permitió hoy a Don Juan Carlos y al presidente mexicano, Felipe Calderón, explorar las perspectivas de aumento de la cooperación bilateral frente al crimen organizado, así como tratar los mecanismos adecuados para desarrollar el programa Metas 2021 y el resto de acuerdos educativos que debe adoptar la cumbre.

Antes de la apertura oficial de la cumbre, el Rey tuvo también ocasión de celebrar la reunión pendiente desde hace ocho meses con el presidente saliente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y de mantener una entrevista con la anfitriona de la cumbre, la presidenta argentina Cristina Fernández, a la que Rodríguez Zapatero telefoneó ayer para disculpar su ausencia.

Los cancilleres iberoamericanos consensuaron hoy la resolución final de la XX Cumbre y una "cláusula democrática" contra intentonas golpistas horas antes de la inauguración de la cita presidencial.

Los mandatarios refrendarán el sábado la llamada "Declaración de Mar del Plata", un documento de 57 puntos centrado en las necesidades de promoción educativa en una región que cuenta con 15 millones de niños no escolarizados y un 8,7% de analfabetos.