La activista saharaui Aminatu Haidar ha pesado 57,6 kilogramos cuando inicia su quinta semana en huelga de hambre, según ha podido comprobar un periodista de Efe en la báscula en la que se ha tomado el peso en el aeropuerto de Lanzarote.

Ninguno de los miembros de la Plataforma de Apoyo Aminatu Haidar que acompañan a la activista en su protesta en el aeropuerto de Guacimeta han podido concretar a Efe el peso con el que la activista inició su huelga de hambre, ya que afirman que solo lo sabe el médico que la atendía voluntariamente hasta hace una semana.

Pasadas las nueve de la mañana, Aminatu Haidar salió en silla de ruedas del habitáculo en el que hace la huelga, en un despacho en la zona de oficinas del aparcamiento de guaguas del aeropuerto de Lanzarote, para ir al baño.

A continuación, en compañía de varios asistentes, se dirigió a la terminal 1 del aeropuerto de Guacimeta y entró en la farmacia para pesarse.

Ya que la activista fue seguida por varios cámaras de televisión, fotógrafos y periodistas, un miembro de la plataforma de apoyo pidió a los periodistas que no se acercaran mucho mientras se pesaba en una báscula electrónica.

Tras introducir su edad (42 años) y su altura (1,65 metros), Aminatu Haidar y su acompañante intentaron tapar con sus manos el indicador electrónico que arrojó el peso de la mujer, vestida con su habitual melhfa (túnica de una pieza) y descalza, cuando inicia su vigésimo noveno día en huelga de hambre.

Hasta que la máquina no imprimió el papel del pesaje, Haidar y su acompañante ocultaron el peso a la vista de los cámaras que la grababan desde fuera de la farmacia, pero un periodista de Efe que estaba dentro (y un cámara de televisión que lo grabó) pudo ver claramente el peso: 57,6 kilos.

Tras pesarse, después de dos semanas sin hacerlo, la activista entró en otras instalaciones del aeropuerto con el fin de darse una ducha, para lo cual tuvo que pasar un control de la Guardia Civil.

La presencia de Aminatu Haidar en el vestíbulo principal de la terminal 1 del aeropuerto de Guacimeta, la de vuelos nacionales e internacionales, pasó casi inadvertida para los viajeros, salvo por la presencia de una pequeña nube de periodistas que la rodeaba.