El patrón del atunero vasco 'Alakrana', Ricardo Blach, quiso agradecer, a su llegada a las islas Seychelles, a las autoridades españolas que hayan "sacado del infierno" a los 36 tripulantes que han estado retenidos durante 47 días en el pesquero secuestrado por piratas somalíes. Para Blach, éste ha sido su "último viaje" antes de su jubilación.

"Era mi último viaje, ya me jubilo", indicó el patrón para añadir que si el resto de marineros no encuentra "un buen trabajo en tierra", volverán al 'Alakrana'".

Blach reconoció al Gobierno, al embajador español en Kenia y al conjunto de autoridades españolas su liberación. "Gracias al Gobierno y a todo el mundo que nos ha sacado del infierno éste", detalló, para indicar que el embajador ha "facilitado todo" a los marineros y, en su conjunto, "se han portado de maravilla". Añadió que, tras su liberación, está viviendo "un sueño".

Destacó el maltrato físico que han sufrido los marineros por parte de los corsarios somalíes y admitió haber sido el que más ha sufrido ese trato. "Ellos veían que era el que más entero estaba y había que tratar de hundirme. Me pegaban, me amarraron y mil cosas más", prosiguió. Incluso llegó a temer por su vida.

"Los piratas nos han tratado mal, peor imposible", prosiguió, antes de indicar que a partir de ahora los pesqueros que naveguen en aguas peligrosas irán protegidos "en un 90 por ciento". "Habrá mucha más seguridad, no total, pero en un 90 por ciento sí van a ir, cosa que no teníamos antes", relató.

El patrón concretó que durante los 47 días de cautiverio hubo un momento crítico, cuando los piratas comenzaron a ametrallar la zona de proa, al tiempo que estimó que las pérdidas por el secuestro han sido "cuantiosas".