El Comité de Derechos y Garantías del PP suspendió ayer cautelarmente de militancia a Ricardo Costa por su "actitud", después de haber desafiado a Mariano Rajoy y a Dolores de Cospedal al exigirles como «secretario general» en la Comunidad Valenciana que ratificaran su gestión y pusieran en valor su honorabilidad.

En una declaración pública, Costa lamentó "como secretario general" del PPCV, que el Comité de Derechos y Garantías no le hubiera citado para aclarar su relación con la trama "Gürtel". Así lo dijo en su reaparición en las Cortes valencianas como diputado raso (para tomar posesión del escaño 98) tras haber sido destituido el pasado día 14 de sus cargos.

Costa exigió a la cúpula del PP que, si no encontraba ninguna irregularidad, ratificara su confianza en él y pusiera "en valor" su "honradez". El ex "número dos" de Camps aseguró que ya había remitido a Génova toda la documentación sobre su gestión y su patrimonio. "Lo único que solicito a la dirección nacional es que si cree que existe algún tipo de responsabilidad en mi gestióntome las medidas oportunas", dijo.

Tras ocupar su escaño en la última fila entre abrazos de los suyos, Costa acudió a saludar al presidente Francisco Camps, mientras que los diputados de la oposición aplaudían sarcásticamente entre gritos de "qué bonito es el amor".

Horas después, el presidente del Comité Garantías, Alfonso Fernández Mañueco, y el secretario general, Calos Argós, anunciaban la apertura de un expediente disciplinario y la suspensión cautelar de militancia de Costa. Medida de la que Mariano Rajoy habló con Camps a lo largo de la mañana. Fuentes de la cúpula del PP reconocieron que Costa debió ser "fulminantemente" destituido mucho antes.

"Tenemos el mayor respeto y avalamos la excepcional gestión de Costa", dijo el presidente valenciano, quien añadió que la suspensión de su número dos nada tiene que ver por el modo en que desempeñó sus cargos. Camps dijo que acata la decisión sobre Costa porque el partido en Valencia forma parte de un todo: el PP de España. Juan Costa, hermano de Ricardo, mostró su malestar y exigió a los dirigentes que den explicaciones porque "no caben medidas arbitrarias". "Sería muy raro suspender a Costa y perdonar a Manuel Cobo", advirtió un portavoz de Esperanza Aguirre.

Santo Job

Costa es el militante número 54 suspendido desde la llegada de Rajoy a la dirección. El líder del PP admitió ayer en Cartagena que se le acabó la paciencia y que tomará medidas frente a los dos problemas de su partido, "la corrupción del caso Gürtel" y las discrepancias por la pugna de poder en Caja Madrid. Para resolverlos remitió al comité ejecutivo nacional del próximo martes ya que, aunque la "aciencia es una virtud muy importante" en política, "Santo Job sólo ha habido uno en la historia". Rajoy dijo quien caiga en esa "porquería de la corrupción no puede pertenecer al PP".

El ex presidente Azna pidió endurecer las leyes para erradicar la corrupción y urgió a los políticos a que reacciones porque la situación demalestar entre la ciudadanía es de alto riego y no podrán salir a la calle. Además aconsejó a los partidos un líder y no varios.