Quizá la frase más conocida de Sabino Fernández Campo fue aquella que espetó al jefe de la Acorazada Brunete la noche del 23-F cuando éste le preguntó si estaba en el palacio de la Zarzuela el general golpista Alfonso Armada. «No está aquí ni se le espera», fue la respuesta enérgica de Sabino, por aquél entonces secretario general de la Casa del Rey, una actitud que fue clave para desmontar la intentona golpista y continuar la consolidación democrática en España.

Ayer, en el Tanatorio de la Paz de Alcobendas, en el momento de rendir honores y recordar la figura de uno de los hombres clave de la transición democrática española estaban sus majestades los Reyes, las infantas, los Príncipes de Asturias.

Desde Manuel Fraga a Santiago Carrillo, desde Gregorio Peces-Barba a Fernando Suárez, desde José María Aznar a Nicolás Redondo, desde Esperanza Aguirre a Alberto Ruiz-Gallardón, desde Jaime Mayor Oreja a Cándido Méndez, desde, en fin, el secretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, o el arzobispo emérito castrense, monseñor Estepa, al fundador de Mensajeros de la Paz, padre Ángel García... no hubo nadie que no alabara la vida y obra de Sabino Fernández Campo. «Un gran patriota y un gran servidor del Estado», coincidieron el ex presidente del Gobierno José María Aznar y el actual titular del Congreso, José Bono. Así hablaron de Sabino todos, de los primeros a los últimos en acercarse hasta la capilla ardiente.

Funeral

A última hora de la tarde de ayer, y tras el funeral que se celebró en la propia capilla ardiente, con los restos mortales de Sabino Fernández Campo flanqueados por cuatro grandes coronas enviadas por la Casa Real, dos de ellas con los colores de la enseña nacional, seguía siendo incesante la llegada de personas queriendo honrar a uno de los tres hombres a los que, como aseguró el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, bastaba con su nombre para saber de quién se trataba durante la época de la transición: Suárez, González y Fernández. Esto es, «Adolfo, Felipe... y Sabino». Tres nombres para una época. Uno de los últimos en despedir al general asturiano fue el líder de la oposición, Mariano Rajoy, que llegó al tanatorio pasadas las nueve de la noche.

Hoy se celebrará su funeral a las 17:00 h en la Catedral de San Salvador en Oviedo rodeado de sus familiares y personalidades políticas del Estado.