"Retiren esta chapuza de presupuestos, porque resultan letales para las clases medias y los trabajadores. Retírenlos ya y traigan otra cosa". Esta contundente frase dirigida al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, coronó la dura intervención de Mariano Rajoy en el pleno del Congreso sobre las enmiendas a la totalidad de las cuentas del Estado para 2010, que el Ejecutivo prevé salvar con los votos del PNV y Coalición Canaria.

El líder de la oposición ninguneó a la vicepresidenta Elena Salgado, quien ayer se convertía en la primera mujer en defender los Presupuestos Generales. Rajoy le dijo :"Usted no tiene la culpa" y acto aseguido apuntó al presidente, al que hizo "responsable de lo que está ocurriendo en nuestro país". El líder del PP le espetó a Zapatero: "El gran problema es que quien encabeza el gobierno es absolutamente imprevisible".

Estas "cuentas están deliberadamente diseñadas para poner las cosas peor" y las consecuencias serán "más paro, más impuestos y más deuda", aseguró Rajoy, quien, entre los aplausos de la bancada popular, aprovechó para arremeter contra el PNV y hacerle corresponsable.

La vicepresidenta Salgado aseguró en cambios que los presupuestos del Gobierno sientan las bases para una recuperación "no exenta de riesgos".Ante el menosprecio del líder del PP, la responsable económica respondió: "No sé por qué no quiere debatir conmigo. Con Zapatero ha perdido diez veces.Le quedan muchos años para intentarlo ¿o no?".

Entre los otros cinco grupos que presentaron enmiendas a la totalidad, los de izquierda tacharon la cuentas de "decepcionantes" y pidieron un "giro".También un "viraje" en la política económica reclamó CiU que con ERC hicieron único responsable Zapatero.

Elena Salgado volvió a justificar la subida de impuestos que contiene el proyecto de ley como instrumento para reconducir las cuentas públicas, afectadas por un elevado déficit a causa de la recesión. "Mejorar el presente no tiene por qué llevarnos a hipotecar el futuro", señaló la vicepresidenta, quien insistió en que estas cuentas son las adecuadas para "mitigar el impacto" de la crisis.

Los Presupuestos, continuó, son los que se necesitan para afrontar esta "nueva etapa" de la crisis en la que van a convivir aún durante varios meses elementos negativos como el desempleo y la destrucción de puestos de trabajo con las señales de la recuperación, que "irá cobrando impulso" el año que viene.

En cualquier caso, Salgado admitió que la creación de empleo "aún tardará en llegar" y la reactivación será "lenta"; por eso la estrategia de salida, es decir, la supresión de las medidas de estímulo, se hará "sin prisa" y "con prudencia".

Pero "si queremos hacer lo que no podemos dejar de hacer, es necesario aumentar los ingresos", insistió la vicepresidenta para volver a defender la "moderada" subida impositiva.

Al alza tributaria recurrieron los portavoces de la oposición, especialmente Mariano Rajoy, quien advirtió de que las cuentas "extenderán el paro" y "castigarán" a la economía de las familias, y exigió a Zapatero que retire "esta chapuza letal para los trabajadores y las clases medias".

Duro debate

Rajoy y Salgado protagonizaron el debate más caldeado, en el que el líder del PP se aprovechó del calificativo de «previsible» con el que le definió la ministra para señalar que eso es lo que necesita la economía, y no un jefe de Gobierno "absolutamente imprevisible" como Zapatero, "una máquina de generar incertidumbre y desconfianza".

Mientras Salgado le acusaba de utilizar la crisis como "palanca" para llegar a La Moncloa, Rajoy insistió en que la falta de credibilidad no es de la vicepresidenta, sino de Zapatero, el único "responsable de lo que está ocurriendo hoy en día en nuestro país".

Zapatero "decepciona"

A Zapatero se refirió Durán i Lleida cuando apuntó que para hacer frente a la crisis "el capitán de la nave debe virar" y, "si no sabe cómo hacerlo", se deberá buscar "otro capitán que sepa maniobrar". El portavoz de CiU criticó la "desorientación e improvisación". Joan Ridao, de ERC, coincidió en que los Presupuestos de 2010 no favorecen la recuperación, y se compadeció de Salgado por tener que presentar las cuentas "más complicadas de la democracia", con las que, criticó, tampoco se cumple con el Estatuto catalán. Joan Herrera, de IU-ICV, advirtió al Gobierno de que ha "decepcionado a mucha gente".