El preso hispano-filipino Francisco Larrañaga llegó poco antes de esta medianoche al aeropuerto de Madrid-Barajas para cumplir en España la condena que le impuso la Justicia de Filipinas por el secuestro, violación y asesinato de dos hermanas en la ciudad de Cebú. Larrañaga intentará ahora, en palabras de su abogado Javier Viada, atenuar su condena e integrarse "cuanto antes en la sociedad civil".

Tras su llegada a las 23.30 horas a la T-2 del aeropuerto de Baraja procedente de Manila, con escala en Amsterdam, Larrañaga fue trasladado a la comisaría de la Policía Nacional de la T-4. Allí esperaban su abogado, Javier Viada, y su tía Tata Cardona y su prima Maisa Ortoll, que pudieron hablar con él varios minutos. Además, fue la primera vez que el equipo de abogados de la ONG Fair Trial Abroad, que consiguió un pronunciamiento de la ONU sobre su caso, pudo conversar con Larrañaga en persona.

Según explicó a los medios de comunicación Tata Cardona, Francisco Larrañaga se encontraba con buen estado y "bastante contento", aunque algo cansado por las casi 20 horas de vuelo entre Filipinas y España. "Gracias, gracias, gracias", fueron sus emocionadas palabras al ver a sus familiares y abogados. Además, Larrañaga pidió a su tía que transmitiera este agradecimiento a la sociedad española.

Larrañaga salió el lunes de Manila a las 11.30 horas de Filipinas (4.30 en España) en un vuelo comercial de la compañía KLM y estuvo custodiado en todo momento por agentes de la Policía Nacional. Desde Barajas fue trasladado directamente a la prisión madrileña de Soto del Real.

40 años de cárcel

El hispano-filipino tendrá que cumplir el tiempo que le resta de una condena de 40 años, el equivalente a la cadena perpetua que le fue impuesta en el país asiático. El preso ha cumplido en una cárcel de Manila una pena de 13 años.

Este traslado responde al auto de ingreso en prisión dictado por la Sección Primera de la Sala de lo Penal, aunque su abogado, Javier Viada, se mostró esperanzado con que, tras la comparecencia a partir de las 9.00 horas de hoy ante el juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, conlleve el traslado de Larrañaga a alguna prisión del País Vasco, donde vive parte de su familia española. Sus padres, que se encontraban en Filipinas, tienen previsto llegar a primera hora de la mañana a España.

"Le ha costado creérselo, pero ya está aquí", explicó Viada, quien insistió en que a partir de ahora Larrañaga es consciente de que se inicia una "nueva etapa". "Aunque seguimos manteniendo que Francisco es inocente, viene a España a cumplir condena, eso es inevitable", añadió el abogado, quien insistió en que sus esfuerzos se concentrarán ahora en "conseguir el mayor grado de libertad".

En prisión desde 1997

El traslado de Larrañaga a España es fruto de un acuerdo bilateral firmado con Filipinas en 2007 para el traslado de presos. Larrañaga permanece en prisión desde 1997, cuando fue detenido por el secuestro, violación y asesinato de dos hermanas en la ciudad de Cebú, hechos por los que posteriormente fue condenado a cadena perpetua, que el Tribunal Supremo elevó a la pena de muerte en 2004.

Hijo del ex pelotari vasco Manuel Larrañaga y de Margarita González, asegura que estaba en Manila y no en Cebú el día del crimen, y denuncia que no se le dejó testificar en su defensa ni a él ni a una treintena de testigos. Larrañaga se benefició en 2006 de la decisión de Filipinas de abolir la pena de muerte. En mayo de 2007, España firmó con la ex colonia un acuerdo sobre traslado de condenados que entró en vigor a finales de 2007.

En Filipinas requería que el Ministerio de Justicia elaborase un reglamento de desarrollo previa autorización a través de una resolución conjunta del Congreso y del Senado del país asiático, trámites que se completaron para la visita que el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Angel Moratinos, realizó al archipiélago en marzo pasado.

El pasado 8 de septiembre se remitió a la Audiencia Nacional la documentación relativa al traslado, al objeto de que se emitiera informe sobre la viabilidad del cumplimiento de la pena impuesta en España y la duración de la pena de acuerdo con la legislación penal española.

Dos días después se recibió el escrito del presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, informando de que la duración de la pena en España sería de cuarenta años de prisión, ya que la naturaleza y la duración de esta pena están previstas en el Código Penal español, por lo que no procede conversión alguna.

El Ejecutivo remitió entonces a las autoridades filipinas la carta con copia de los textos penales españoles que verifican la doble incriminación de los delitos cometidos, así como la copia del informe de la Audiencia Nacional, como último paso para que aceptaran el traslado de Larrañaga.