Lo suyo es el trabajo en el despacho. Alejado de los flashes. El magistrado Antonio Pedreira Andrade (A Coruña, 1945) ha saltado a los medios de comunicación sin buscarlo. ¿El motivo? Su investigación sobre el ´caso Gürtel´ en el Tribunal Superior de Madrid.

"Todo lo contrario a un juez estrella". Así definen sus amigos al magistrado instructor del "caso Gürtel", el coruñés Antonio Pedreira Andrade. Pese a la relevancia de su investigación sobre la trama de corrupción que salpica al PP, Pedreira quiere mantenerse en un segundo plano. Centrado en su trabajo en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Alejado de los flashes.

Pedreira no es un juez al que le gusta la fama pero que aparenta indiferencia ante ella. No es de los que va de discretos, pero buscan llamar la atención. No es de los que se preocupan porque sus casos tengan eco o de los que se vuelven locos por estar en portada. Los suyo es el trabajo con discreción. Bajo esta premisa dio sus primeros pasos en la Abogacía como letrado en un despacho en Núñez de Balboa, en Madrid, años más tarde como abogado del Insalud y secretario judicial y, ahora, como magistrado en el Tribunal Superior de Madrid. "Es un hombre discreto, reservado, muy familiar y con un gran sentido del humor", comentan sus amigos en A Coruña.

Desde pequeño, el primogénito de la familia Pedreira Andrade tenía claro que quería seguir los pasos de su padre. Antonio Pedreira, natural de Cerceda, ejerció como abogado en A Coruña cuando Alfonso Molina era alcalde de la ciudad. Su hermano menor, Luis, optó por la carrera de Económicas y el del medio, José Domingo, por la de Medicina.

Casado con una coruñesa, también abogada, estudió Derecho en Santiago. En esa época empezó a fraguarse una amistad que, a pesar de la distancia, mantiene con ex alcalde de A Coruña y actual embajador de España en el Vaticano, Francisco Vázquez. Ambos hicieron la carrera por libre y coincidieron en clase con el mismo preparador.

"Es un loco de A Coruña", aseguran sus hermanos y amigos. Tanto que cuando era profesor de la UNED siempre elegía viajar a su ciudad natal para examinar.

Sus viajes a Galicia son habituales. Al menos un par de veces al año se escapa de Madrid para reencontrarse con la familia y los amigos de la infancia, entre ellos el ex delegado del Gobierno en Galicia y ahora director de Aviación Civil, Manuel Ameijeiras. En el reencuentro con su pandilla, de vez en cuando echan una partida al dominó o a las cartas. Como hacían de jóvenes.

También de joven jugaba al fútbol. De jugador ha pasado a espectador. No sólo en televisión. De vez en cuando, se pone la bufanda del Madrid al cuello y se va al Santiago Bernabeu. Pero los colores cambian si el que juega es el Dépor. "Está muy pendiente del Deportivo. Cuando coincide que estamos en Madrid y juega el Dépor vamos a verlo toda la familia", comenta su hermano Luis.

En sus visitas a A Coruña, la último hace medio año, tiene una parada obligada. Como "devorador" de libros --su biblioteca supera los 30.000 ejemplares-- siempre se acerca a una de las librerías próximas a la casa familiar para hacerse con alguno de los últimos títulos. Tanto es así que un viejo amigo suyo recuerda que cuando ejercía como abogado en la madrileña calle Núñez de Balboa, los libros abarrotaban las paredes y había ejemplares hasta en el cuarto de baño.