El magistrado ha incoado diligencias a partir de las denuncias de Hamed Abderrahman Ahmed, "Hmido", conocido como "el talibán español", Lahcen Ikassrien, Jamiel Abdul Latif al Banna "Abu Anas" y Omar Deghayes, que después de pasar por Guantánamo declararon ante él y refirieron haber sufrido torturas durante el tiempo de su detención "bajo la autoridad de personal del Ejército norteamericano".

Garzón ha tomado esta decisión en un auto fechado antes de ayer, díez después de haber remitido a reparto, a instancias de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, una querella contra seis presuntos responsables de la creación de la cárcel de Guantánamo y que ahora está en manos de su compañero Eloy Velasco para que decida sobre su admisión a trámite.

Ahora, tras desprenderse de esa querella, Garzón ha decidido abrir por su propia cuenta esta causa al constatar que "de los documentos desclasificados por la Administración Norteamericana" se desprende "lo que antes se intuía: un plan autorizado y sistemático de tortura y malos tratos sobre personas privadas de libertad sin cargo alguno y sin los elementales derechos de todo detenido".

El magistrado detalla que este "plan sistemático" configura "la posible existencia de una acción concertada para la ejecución de una multiplicidad de delitos de torturas contra las personas privadas de libertad en Guantánamo y otras prisiones" como la de Bagram (Afganistán).

Según el auto, este sistema adquiere "casi un nivel oficial" que "genera una responsabilidad penal en las diferentes estructuras de ejecución, mando y diseño y autorización de ese plan sistemático de tortura".

Dado que el magistrado ha tenido conocimiento de los documentos desclasificados a los que hace referencia, únicamente a través de los medios de comunicación, tiene previsto solicitarlos formalmente a Estados Unidos para incorporarlos a esta causa.

Garzón reclama además a su compañero Ismael Moreno que le informe y remita las diligencias en las que investiga los llamados vuelos de la CIA con detenidos por terrorismo con destino a cárceles secretas como Guantánamo, prisión cuyo cierre ha anunciado el nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Precisamente, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional Javier Zaragoza le conminó a enviar a reparto la mencionada querella sobre Guantánamo, a cuya admisión a trámite se opuso, al considerar que él no era competente ni siquiera para archivarla sino su compañero Ismael Moreno por tener abierta la causa en la que investiga los llamados vuelos de la CIA.

En su auto de diez folios, el juez hace una relación detallada de las torturas denunciadas por los cuatro presos ante los médicos que les atendieron tras su liberación y que han dado pie a la apertura de esta causa, tales como "golpes", "rociamiento en los ojos", "agresiones sexuales" y todo tipo de tratos vejatorios e inhumanos.

También hace referencia Garzón a la sentencia del Tribunal Supremo por la que resultó absuelto de un delito de integración en organización terrorista el "talibán español", en la que el alto tribunal calificaba Guantánamo de "un verdadero 'limbo' en la comunidad jurídica que queda definida por una multitud de tratados y convenciones firmadas por la comunidad internacional".