La central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) sufrió en la madrugada de ayer una parada no programada que, según el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), no ha supuesto riesgo para los trabajadores, la población ni el medio ambiente.

El CSN informó en un comunicado de este incidente que se produjo por rechazo de carga del generador principal y tras el que funcionaron correctamente todos los sistemas de seguridad. La parada se debió al mal funcionamiento de uno de los relés que vigila el desplazamiento del cojinete de empuje de la turbina, que emitió una falsa señal que activó los sistemas de protección, según el CSN. El suceso fue clasificado con un nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES), que va del 0 al 7.

La central nuclear de Garoña, en funcionamiento desde 1970 y cuya vida útil -40 años- expira el próximo mes de julio, sufrió el pasado 6 de abril otra parada de actividad no programada por una reducción de carga superior al 20 por ciento. También en ese caso sin riesgos.

El Consejo de Seguridad Nacional deberá decidir antes del próximo 5 de junio si autoriza la prórroga de diez años en la explotación solicitada por el titular de la central, Nuclenor -participada al 50 por ciento por Endesa e Iberdrola- o si, por el contrario, acuerda el cierre definitivo de la misma.