El presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, reprendió ayer a la integrante de los GRAPO María de los Ángeles Ruiz Villa por dar un beso en la mejilla a su compañero de organización terrorista Jesús Merino del Viejo, espetándole: “¡Acusada, estese quieta!”.

La terrorista, a la que el fiscal pide siete años de prisión por el asalto a unos viligantes de la empresa Prosegur perpretado en septiembre de 2000 en un supermercado de Barcelona, trató de explicar al juez el motivo de su afectuoso gesto, aunque éste le cortó diciéndole: “Me pide permiso y yo le diré sí o no”.

Ruiz Villa también dio un beso y tuvo otros gestos de cariño con el otro acusado, el también grapo Israel Torralba, con el que se pasó conversando parte de la vista. Su continua charla les valió otra agria reprimenda de Bermúdez.