El tribunal de la Audiencia Nacional que juzga las identificaciones erróneas de 30 de las 62 víctimas del accidente del Yak-42, que se produjo el 26 de mayo de 2003, aceptó hoy los testimonios de los forenses turcos Bülent Sam y Ömer Müslümanoglu, que realizaron las autopsias en la morgue de Trabzon (Turquía) a la que fueron trasladados los cuerpos de los fallecidos tras el accidente y que se encuentran desde ayer en Madrid.

La resolución del tribunal, que había rechazado estas declaraciones en otras dos ocasiones anteriores, se produjo después de que la Embajada de Turquía en España remitiera un fax a la Audiencia Nacional en el que le advertía de la imposibilidad legal de que dos de los tres forenses cuyo testimonio sí había sido aceptado comparecieran por videoconferencia desde las oficinas comerciales de la Embajada española.

La decisión fue recibida con aplausos por parte de las familias de las víctimas, lo que les valió el reproche del presidente de la Sala, Javier Gómez Bermúdez, que les pidió que se mantuvieran en silencio. "Entiendo los sentimientos pero hay otras personas están sufriendo otra parte del proceso", les dijo.

El testimonio de los forenses también fue solicitado por la Fiscalía de la Audiencia Nacional y las acusaciones particulares que representan a las víctimas del accidente del Yak-42, aprovechando su presencia en la sede de la Audiencia Nacional.

"Mejora la prueba

El fiscal, Fernando Burgos, justificó estos testimonios indicando que permitiría "sustituir las declaraciones de los que no se desplazan" y "cumplen la función testifical que ya había admitido el tribunal e incluso la mejora porque no son superiores o directores del equipo, sino los sujetos forenses que realizaron materialmente las operaciones".

En los mismos términos se manifestó el abogado de la Asociación de Familias Afectadas por la Catástrofe del Yak-42, Leopoldo Gay, que consideró los testimonios necesarios "para poder tener un juicio donde se pueda establecer la contradicción".

La defensa del principal acusado, el general Vicente Navarro, pidió que se rechacen las comparecencias porque el tribunal ya las desestimó en otras dos ocasiones y porque uno de los forenses señaló que su cliente "estaba en coma etílico", lo que, a su juicio, pone en cuestión su objetividad.

En relación con los tres testigos cuyo testimonio estaba previsto para hoy --los miembros de la Institución Forense de Trabzon (Turquía) Mustafá Gündüz y Bülent Sabrán, que intervinieron en las autopsias a que fueron sometidos los cadáveres de los militares españoles; y la responsable del Instituto de Toxicología de Estambul, Fátima Mukaddes, propuso que se hagan mediante una comisión rogatoria.

Comuniación fluida

En declaraciones a las puertas de la Audiencia Nacional, los forenses señalaron que los militares españoles sabían que 30 de los 62 cadáveres se encontraban sin identificar y que su comunicación con el general Vicente Navarro fue "fluida" y en inglés.

El tribunal, encabezado por el presidente de la Sala de lo Penal, Javier Gómez Bermúdez, rechazó la comparecencia de estos testigos en otras dos ocasiones anteriores: la primera en marzo pasado, cuando las familias pidieron que testificaran el ex presidente del Gobierno José María Aznar y el ex ministro de Defensa Federico Trillo; y la segunda el pasado 31 de marzo, cuando durante el desarrollo del juicio también se rechazó la declaración del que fue 'número 3' de Trillo en el Ministerio, Javier Jiménez-Ugarte.

La Fiscalía pide al tribunal que condene a cinco años de prisión al general médico Vicente Navarro, que se encargó de elaborar la lista de los 62 fallecidos; y a cuatro años y medio a los dos médicos que redactaron los informes de necropsia, el comandante José Ramírez y el capitán Miguel Sáez. A todos ellos les acusa de un delito de falsedad en documento oficial.