Así se ha pronunciado el forense turco al finalizar su declaración como testigo ante el juez Javier Gómez Bermúdez, de la Audiencia Nacional, donde ha comparecido durante más de tres horas.

Preguntado por el abogado de Navarro si notó una "actitud rara" de este general de Sanidad, Bulent Sam ha respondido que "estaba en condiciones, consciente, pero olía a alcohol. Y eso lo vio todo el equipo".

Previamente, el forense turco ha afirmado que los militares españoles, con el general Vicente Navarro al mando, insistieron en repatriar a España los 30 cadáveres sin identificar, porque, según dijeron, tenían que llegar al funeral que se iba a celebrar en España.

Sam ha asegurado que los jefes militares españoles les prometieron que terminarían los trabajos de identificación en España y firmaron el documento final.

Las autoridades españolas no quisieron tomar muestras de ADN porque tenían prisa por llegar al funeral, según ha insistido el forense turco.