Baglietto ha comparecido en una rueda de prensa en San Sebastián acompañada por uno de los jóvenes que quedó en libertad, Iñigo Altzelai, y por los padres, amigos y familiares de los arrestados, entre quienes se encontraba la ex parlamentaria de EHAK Nekane Erauskin, madre de Aitzol Arrieta, uno de los detenidos.

La abogada ha explicado que, a diferencia de otras ocasiones, los jóvenes pasaron 17 horas en San Sebastián antes de ser trasladados a Madrid y que los malos tratos que han relatado se produjeron fundamentalmente en la capital guipuzcoana, por lo que está preparando las denuncias correspondientes que se presentarán en los juzgados donostiarras.

En su opinión, el protocolo que la Audiencia Nacional ha establecido para prevenir las torturas no garantiza que los detenidos no reciban malos tratos, sino que la única forma de evitarlos es acabar con el régimen de incomunicación de cinco días, tal y como han recomendado a España varios organismos internacionales.

Iñigo Altzelai ha hecho un largo y detallado relato de los cinco días de detención y ha explicado que en San Sebastián recibió golpes y tortazos, además de constantes amenazas e insultos, hasta que acabó "desesperado" firmando una declaración que él no había hecho.

Ocho de los 10 detenidos en la operación policial, que se desarrolló en la madrugada del 1 de abril en las localidades guipuzcoanas de Hernani y Urnieta, han ingresado en prisión acusados de pertenecer a la organización ilegalizada Segi.

Tras las primeras detenciones, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró que gracias a esta operación se habían frustrado "actos de sabotaje y de violencia" contra la infraestructura ferroviaria, uno de los objetivos prioritarios de ETA.