Alonso, en una entrevista con Efe, reflexiona sobre la "complicada" situación parlamentaria del PSOE en el marco de lo que él describe como "geometría variable" y habla de la crisis económica o la coyuntura interna del PP, a raíz del "caso Gürtel".

Y aunque admite que el PSOE afronta "situaciones duras", sobre todo después del distanciamiento del PNV, está seguro de que el PP no conseguiría que prosperase una moción de censura, en el caso de que lo intentase.

No cree Alonso que el PP disponga de la fuerza necesaria y, por eso, reprocha a este partido que utilice toda clase de "triquiñuelas y trampas parlamentarias" para tratar de visualizar una fortaleza de la que carece.

"¿Quién iba a votar a Rajoy de presidente del Gobierno aquí en la Cámara?", se pregunta el dirigente del PSOE, para quien resulta indudable que al principal partido de la oposición "se le está notando mucho" que no le preocupa ni el bienestar de los ciudadanos ni trabajar para España.

El PP, en su opinión, está en una tarea de desgaste del Gobierno de Zapatero con miras simplemente a tratar de recuperar el poder político", observa, después de echar en cara a este partido que no esté al lado del Ejecutivo en asuntos tan trascendentes como la lucha contra la crisis económica.

"Yo, si estuviera en la oposición, estaría desde luego arrimando el hombro", constata, y certifica que, "excepto el PP", el resto de grupos del Congreso ha demostrado su responsabilidad en este asunto a la hora de apoyar al Gobierno.

Hace también un balance parlamentario positivo del primer año de la segunda legislatura de Zapatero y sostiene que el PSOE mantiene buenas relaciones con todos los grupos de la Cámara.

"Los resultados son buenos, en situaciones duras. Y tendremos dificultades, por supuesto, pero estamos preparados para tenerlas", garantiza.

Más allá de la pérdida de alguna votación puntual, vaticina que el PSOE va a seguir teniendo "estabilidad parlamentaria", incluso para aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del 2010.

Comprometido con la idea de tejer una red de consensos básicos que permitan a los socialistas sacar los grandes temas, Alonso muestra su convencimiento de que los PGE para 2010 saldrán adelante, porque serán "razonables" y los negociarán "bien".

"Si son unos presupuestos razonables hay que apoyarlos, porque son un instrumento bueno para seguir luchando contra la crisis y porque, además, son un instrumento de tranquilidad para los ciudadanos. Y a eso difícilmente se puede decir que no", apostilla.

Hace un año que asumió la dirección del grupo parlamentario socialista y Alonso confiesa sentirse a gusto, pese a tratarse de un puesto "difícil, complejo", que tiene que desempeñar en una coyuntura "dura".

Así las cosas, declina hacer "especulaciones" sobre una futura crisis de Gobierno o sobre su hipotético regreso al Gabinete de Zapatero.

No ahorra críticas, en cambio, para censurar el comportamiento de Mariano Rajoy con los supuestos casos de corrupción de su partido y lamenta que, ante unas imputaciones de una "gravedad tan extraordinaria" como las del caso "Gürtel", el líder del PP no ofrezca explicaciones ni pida responsabilidades políticas.

"Si no hace nada, hay que preguntarse por qué no hace nada. Si apoya al tesorero del PP, habrá que preguntarse por qué (...) y por qué liga su destino" al de Luis Bárcenas, señala.

Alonso asegura que su grupo apostará por una "transparencia absoluta" en las actividades de los diputados y cómo se desarrolla la compatibilidad y defiende que cualquier ciudadano pueda conocer detalles al respecto, por ejemplo, mediante la página web del Congreso.

También da prácticamente por hecho que el ex ministro Mariano Fernández Bermejo sustituirá a Juan Fernando López Aguilar como presidente de la comisión de Administraciones Públicas del Congreso después de que éste abandone la Cámara al encabezar la lista del PSOE al Parlamento Europeo.

Un cargo que considera que "es un buen destino" para una persona que ha sido ministro, que "se ha dejado mucho tiempo y mucho esfuerzo en su tarea por el país".

Respecto a la intervención de la Caja Castilla-La Mancha, reitera que no hay ninguna duda de que el sistema financiero español es solvente, pero reprocha al PP que, en un ejercicio de "irresponsabilidad absoluta", esté extendiendo sobre el mismo una sombra de sospecha.