La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, dio ayer su apoyo al modelo de financiación autonómica propuesto por el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a pesar de las reticencias mostradas por la dirección nacional del PP y varios de sus presidentes autonómicos. Aguirre brindó su beneplácito a la filosofía del nuevo sistema después de reunirse con Zapatero en el Palacio de la Moncloa y recibir garantías de que será un acuerdo multilateral y tendrá en cuenta el aumento de la población, más acusado en regiones grandes como Madrid o Cataluña.

El nuevo modelo mantendrá la "solidaridad" reconocida en la Constitución, de forma que las comunidades autónomas que "tienen más dificultades económicas van a recibir ayuda por parte de quienes más aportan, como la Comunidad de Madrid", dijo Aguirre.

"Satisfacción general". Con estas palabras definió la presidenta de Madrid el resultado de su encuentro con Zapatero para tratar el modelo de financiación económica que duró una hora y media. Esta actitud de Aguirre se debe, según indicó, a que el presidente le ha dado "garantías" de que "se mantendrá el modelo unilateral, es decir, que al igual que el todavía sistema vigente que se aprobó por todas las comunidades de régimen común y que éste también éste será pactado por unanimidad de todas las regiones". "No será bilateral, como en algún momento algunos, incluida yo misma, temimos", apostilló.

La cita con la primera de los máximos dirigentes autonómicos del PP se produjo dos días después de que Zapatero se viera con los presidentes socialistas de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, y de Andalucía, Manuel Chaves.

"Todos en la mesa"

Horas antes de la cita con Aguirre, el vicesecretario general del PP, Esteban González Pons, había avisado al Gobierno de que el consenso con las comunidades no valdría sin antes alcanzarlo con el líder de su partido, Mariano Rajoy, opinión compartida por el presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps.

Según González Pons, su partido no podría aceptar un sistema si no es con "todos en la misma mesa, viendo lo que se reparte, cómo y por qué". "En ningún caso debe ser un acuerdo bilateral. El dinero de las comunidades autónomas no puede ser nunca el que sobre después de que Cataluña se haya llevado la parte que haya sido capaz de quitarle a Zapatero en una reunión a oscuras", declaró.

González Pons había comentado que Aguirre acudía a la Moncloa no para negociar, sino para "enterarse de lo pactado con Montilla".

La postura oficial del partido ha sido respaldada por varios de sus presidentes autonómicos, como el riojano, Pedro Sanz, o el castellano-leonés, Juan Vicente Herrera, quienes consideraron imprescindible salvaguardar la solidaridad entre territorios.

La pretensión de Zapatero es lograr un acuerdo colectivo para garantizar la financiación en educación y sanidad, pero también bilateral para las singularidades territoriales. Las regiones en las que el aumento de la población apenas ha tenido incidencia defienden que se tengan presentes otros criterios, como el envejecimiento, la orografía o la dispersión de la población.

La ronda de contactos del jefe del Ejecutivo proseguirá hoy con otros tres presidentes socialistas: el de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño; el de Asturias, Vicente Alvarez Areces, y el de Extremadura, Guillermo Fernández Vara.

La intención de Zapatero es recibir a todos, con algunos de los cuales ya ha conversado por teléfono, como el de Castilla-La Mancha, el también socialista José María Barreda, y el de Castilla y León, Juan Vicente Herrera (PP).