El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente de la Generalitat, José Montilla, mantuvieron ayer una larga reunión en Madrid, acompañados por sus primeros espadas económicos, Pedro Solbes y Antoni Castells, para tratar de cerrar un acuerdo en torno a la financiación autonómica antes de que acabe el año. Dicho acuerdo no se produjo, pero ambas partes hicieron un balance satisfactorio del encuentro, que sirvió para aproximar posiciones y para abordar "a fondo" cómo será el nuevo modelo de financiación catalán.

Del encuentro, que empezó a mediodía y que duró unas tres horas, trascendió que sirvió para abordar "a fondo" cómo tiene que ser el nuevo modelo de financiación, pero no se entró a valorar las cuantías que tendrá que percibir Cataluña a partir del 2009, informaron desde la Generalitat.

También manifestaron que Zapatero seguirá trabajando con la finalidad de alcanzar un acuerdo político antes de fin de año y, si ello no es posible, que se produzca en los primeros días de 2009, tal y como ya señaló el viernes la vicepresidenta del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega.

Así las cosas, ambos ejecutivos proseguirán con los contactos y la negociación durante la próxima semana, ya que, pese a los acercamientos de ayer en Madrid, en "cuestiones importantes" siguen existiendo "distancias" significativas.

En los últimos días, tanto la Generalitat como el Gobierno central han insistido en que el acuerdo político llegará próximamente, puesto que el Estatuto catalán asegura que el nuevo modelo tendría que entrar en vigor el próximo 1 de enero. Esto significa que aún quedan once días para que los equipos económicos de ambas administraciones sigan negociando.

Por su parte, el portavoz de Economía del PP, Cristóbal Montoro, criticó el "secretismo" de la reunión, "de la que no se conoce el orden del día y de cuyo resultado hay que dudar".

"Lo más probable es que haya pacto, lo que demostraría que el Gobierno no tiene un esquema sobre el modelo de financiación para el conjunto de España. Está en manos del tripartito y de Montilla, algo que no responde ni a los intereses de los catalanes", declaró Montoro, que consideró que lo que le conviene a Cataluña es un sistema que aporte más recursos, pero acomodado al del conjunto de España.